𝙵𝚒𝚛𝚜𝚝 𝙻𝚘𝚟𝚎

CAPÍTULO 28

No me digas adiós

Abrió los ojos poco a poco, le costó unos segundos acostumbrarse a la luz del día. Sonrió, se puso de pie y se estiró.

Giró su cabeza para verle, Daniel yacía en la camilla de la habitación, dormido. Se acercó e inclinó un pico para darle un beso en la mejilla.

-debería se ir a por algo de comida- una voz femenina llegó a sus oidos- hace mucho que no le veo probar bocado, a este paso sufrirá una anemia - dijo la enfermera.

-no quiero irme de su lado- suspiró - pero creo que tienes razón, iré a la cafetería por algún aperitivo

-tome - le entregó una tarjeta - con la tarjeta de empleado le harán un descuento, coma bien, sin límites - la chica castaña le sonrió.

-gracias Claudia- devolvió la sonrisa y con tarjeta en mano caminó hasta el elevador.

Una vez en el piso de la cafetería, caminó hasta la barra. Espero paciente a que llegara su turno, de mientras miraba el menú.

-buenas tardes caballero ¿en que puedo servirle?- le atendió un chico de cabellos blancos.

-Buenos días- corrigió -¿me puedes dar un smoothie de fresa plátano, por favor?- lo miró a los ojos.

-¡claro! ¿Algo más?- la sonrisa del chico era dulce.

-sería todo, gracias - recibió su ticket y tomó asiento para esperar su pedido.

Pasados aproximadamente seis minutos, los altavoces del hospital se escucharon.

Doctores del paciente Daniel De Luque.

Eso alertó a Erick.

Se les solicita en la sala 365 de emergencias.

De un salto se puso de pié, corrió hasta las escaleras y comenzó a subir.

Se estaba cansando pero le faltaba solo un piso, en su cabeza sólo se repetían esas palabras dichas por altavoz.

Cuando llegó a la puerta de la habitación, la abrió con fuerza haciendo a la misma chocar contra la pared.

Un pitido interminable paralizó sus oídos, miró la camilla y a los doctores guardando la máquina de reanimación. Se acercó a paso lento y tomo el rostro del chico, ya muerto, entre sus manos.

-no te vayas - susurró -por favor amor, no me dejes -

-lo lamento tanto joven Borja- era la voz del medico que llevaba su diagnóstico.

El doctor salió de la habitación, dejabdo a Erick en un mar de lagrimas y arrepentimiento.

Sintió la fría piel de la mejilla y mordió su labio con fuerza para reprimir el llanto, aún sostenía a Daniel con ambas manos.

-perdóname- susurro juntando sus frentes - te amo Daniel, te amo cariño - dejó la cabeza del chico recostada sobre la almohada.

Un trío de enfermeras entró al lugar, se encargarían de tapar y llevar el cuerpo de Daniel al lugar corecto.

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Se quitó el traje negro y lo tiró en el suelo, caminó hasta su cama y se tiró en ella.