Al día siguiente, comencé nuevamente con la rutina, mandé varios mensajes a Pat, para darle las gracias, aveces me hace enfadar, pero es un gran persona.
Mientras arreglaba mis maletas, mantenía la computadora en mi cama, averiguaba más sobre la universidad. Resulta que me daban unos días cada fin de mes para volver a casa, y poder descansar.
Era extraño podía pasar mucho tiempo observando los boletos de avión e imaginándome una vida tan diferente que me tocaría vivir.
Me encontraba en el abismo, sabía que no iría a la universidad por mi cuenta, no era algo que me importará a éstas alturas.
Tomé mi mochila, con unos cuantos cuadernos dentro y un lápiz, y me dirigí al parque cerca de mi casa. Al llegar me acomodé en un árbol, abrí mi mochila y comencé a escribir, solía hacerlo siempre que me encontraba mal, desanimada, bueno eso era casi siempre.
Luego de un tiempo cerré mis cuadernos y me levanté dirigiéndome a un puesto de helados. - Hola, me da...- de la nada llega un chico alto, que me da la espalda, frente mio, bastante altanero al parecer, - Uno de vainilla y mora, por favor- dijo quitandome mi turno. -Hey, ¿qué no te das cuenta, que estaba pidiendo mi helado antes que llegarás? - dije con un tono serio y molesto.- Nena, te demoras mucho en elegir- dijo dando una sonrisa, bastante irónica.
-estúpido- dije sin más preámbulos, mientras entrecruzaba mis brazos y pedía mi helado.- al parecer la señorita se molesta fácil- dijo soltando una pequeña risita, me parecía bonita, pero no en él.
Tomé mi helado y volví al cómodo árbol en que me encontraba anteriormente. Ya iba en la sexta página de escritura y me daba la tercera hora en el parque. Ya era suficiente, y me decidí a volver a casa. Arreglé las últimas cosas y me encontraba lista para viajar a la mañana siguiente. Me sentía muy agotada, llegué a mi habitación y me recosté en la cama, dejé a un lado mi teléfono y giré mi cabeza hacía el mueble del costado, en él se encontraba una foto de mi familia, allí estaban los tres, papá, mamá y
Ron. No podía vivir sin ellos, no dejaba de pensar en el accidente, me atormentaba cada vez más, cerré los ojos mientras trataba de dormir y dejar de pensar en todas esas cosas; era demasiado.
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NEPTUNO
Teen FictionNo siempre en la vida es un sonrisa, una cara bonita, un lindo día, un "¿qué tal estuvo tu día? ". Para Catie todo había cambiado, ya nada en el mundo podría valer la pena, nada después de lo sucedido.