NEPTUNO

DÍA COMÚN

"Levantate!.

Lava tu cara y quita todo el maquillaje de tu rostro.

Duchate.

Vistete.

Vive este día como uno más. "

Era el mensaje de cada mañana, era el mensaje que tenía la culpa de que cada mañana se desprendiera una lágrima de mi rostro. Era el mensaje que Ron había insertado en mi teléfono, el último día que lo volví a ver.

Sin importar más me levante y seguí cada paso del mensaje. Con nostalgia tomaba desayuno, y mientras lo hacía me ahogaba con cada pensamiento que se me cruzaba.

Sonaba la delirante ave del teléfono indicando un nuevo mensaje. Pat quería verme, era algo común en el, le importaba, realmente no sé el porque, pero me agradaba.

Arregle un par de cosas que sin importar, lancé la mochila que utilizaría hoy, tomando mi botella de agua entre mis manos, me dirigí a la puerta, la cual cerré con gran desprecio, como siempre.

Tres calles más allá de mi casa, la cafetería, allí se encontraba tomando café Pat, esperandome con una gran sonrisa, lo que me hacía odiar dos cosas de él, su sonrisa y que estuviera tomando café.

-¿Qué tal todo linda?- fueron las palabras que precipitó al verme.-Todo igual- dije observando con desprecio su café y lanzando mi mochila bajo la mesa en que se encontraba.

-¿Sabes que harás con la aceptación en la Universidad de Cambridge?- me miraba entusiasmado, -No- conteste bastante fría, -Bueno pues yo sí, te he conseguido boletos de avión, para que puedas estudiar y distraerte- dijo terminando con una suave sonrisa, -¿lo dices por el accidente?, porque si es así sabes que no tiene remedio- dije fulminante.

Pat dio un sorbo grande de café y me contestó, -Catie, ¿qué esperas? ¿seguirás así toda tu vida? ¿te amargarás para siempre? Entiende, tienes que vivir en algún momento y dejar de culparte de hechos que no causaste- incliné mi cabeza y lo miré fijamente -iré a la Universidad si es lo que quieres- respondí fría.

-Catie, sabes muy bien que no es eso, solo quiero que estés bien- dijo derrotado.

-¿Pues distraerme será mejor, no?- dije con un tono sarcástico, con el cual me retiré de la mesa tomando los boletos de avión y dirigiéndome a casa.