Los dioses han tomado una decisión y esa es: ¡Acabar con las dimensiones que ellos mismos crearon!, pero una valiente valquiria desafía a los dioses y les propone el ¡Ragnarok!
Trece representantes de diferentes dimensiones se enfrentarán a trece re...
Toda la Alianza Dimensional gritaba de la emoción al ver que su luchador había dado el primer golpe, especialmente los Piratas de Barbablanca.
Jozu y Vista: ¡¡ASÍ SE HACE, PADRE!!
Marco: ¡Bien!
Mientras que en lado de los dioses:
Forseti: ¡¿Thor-sama fue herido por un simple pirata?! ¡¡Imposible!!
Dios: Qué demonios... claramente no está jugando.
En la arena:
En ese momento, el mismo pensamiento pasaba por la mente de Thor y Barbablanca. ¿Nacieron en el mismo momento y lugar? No, ¿eran de la misma raza?
Thor seguía observando sorprendido a Barbablanca, quien seguía en la misma postura luego de haberlo herido, para luego dar una leve sonrisa.
Barbablanca: Gurararara... eres bueno, mocoso.
Thor: Bastardo... ese poder es un desperdicio en alguien como tú.
Menos... pero en el momento en que ambos cruzaron miradas... en ese mismo instante, fue en que ambos lo descubrieron: Podrían haberse vuelto rivales.
Flashback:
Newgate nació en la Isla Sphinx, una isla del Nuevo Mundo la cual era demasiado pobre para pertenecer al Gobierno Mundial, perdiendo a sus padres a una muy temprana edad. Se volvió pirata siendo aún muy joven y fue gastando gran parte de la fortuna que obtuviese en sustentar su isla natal.
En los inicios de sus andadas como pirata, Edward Newgate formó parte de una tripulación de piratas desconocida. El joven Edward era muy soñador y, un día, los miembros de esa tripulación saquearon un tesoro muy valioso, pero Newgate se negó a disfrutar su parte del botín. Asombrados, los corsarios le preguntaron a Newgate qué clase de pirata era aquel que no iba en busca de tesoros. Él contestó que se había hecho pirata con el fin de cumplir un sueño: formar una gran familia. En algún momento Newgate se unió a los Piratas de Rocks, hasta la derrota de su capitán en God Valley. Luego de ello, abandonó la banda y siguió su propio camino al igual que los demás miembros.
Con el paso de los años, reclutó a muchos a su tripulación y conoció a un samurái de Wano llamado Kozuki Oden, quien se unió a su tripulación hasta unirse luego a la del gran rey pirata, Gol D. Roger.
Tiempo más tarde, cuando Gol D. Roger fue consciente de la enfermedad que padecía, y que al fin le llevaría a la muerte, tuvo lugar un encuentro entre Barbablanca y el Rey de los Piratas. Sabiendo que pronto sucumbiría a la muerte, Roger compartió una botella de sake con Barbablanca, y le ofreció conocer la localización del One Piece; pero Barbablanca se negó a escuchar, asegurando que aunque le confesara el secreto éste moriría con él, porque no tenía la más mínima intención de ir en busca del Gran Tesoro.
Aunque no haya decidido volverse en el nuevo Rey de los Piratas, podemos afirmar que pudo obtener lo que más deseaba: Una familia.
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