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Muchas veces decimos en nuestra vida que estamos en un buen momento, que vivimos por fin la vida que queremos, pero en realidad todo eso se basa en minutos, con suerte días, pero no más

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Muchas veces decimos en nuestra vida que estamos en un buen momento, que vivimos por fin la vida que queremos, pero en realidad todo eso se basa en minutos, con suerte días, pero no más. La felicidad tiene fecha de caducidad, y es a corto plazo. Hoy, era uno de esos días —o más bien noche— donde podía decir "estoy en un buen momento".

Miro mi reflejo en el espejo de la habitación, mi cabello está un poco ondulado en diferentes mechones al azar, mis pestañas están bastante estiradas, tengo las mejillas rojas y los labios rosáceos, franela básica blanca, cazadora y falda de cuero junto a botas al tobillo color negro, me siento bien con lo que veo. Harriet y Clarie muestran mucho más que yo esta noche, pero ¿para verse linda se necesita mostrar pechos y marcar trasero? A mi parecer, todas nos vemos lindas de diferente forma, y repito, me gusta.

Ambas usan vestidos ajustados color negro y finos tiros, Harriet por su parte lo usa amarrado al cuello mientras que Clarie al rededor de sus hombros, una usa botas hasta la rodilla y la otra tacones bordo. Pienso en Megan y Hilary, sería lindo que ambas me acompañaran pero sé que están ocupadas pintando y re decorando su departamento, tomo nota mentalmente de ir mañana a ayudar un poco.

—Bien, creo que estamos listas, ¿nos vamos?— es Harriet quien lo dice, asiento, tomo las llaves del Jeep y mi teléfono.

—Adelántense, buscaré a Allen para avisarle que saldré.

Ambas, con la mirada fija en sus teléfonos, caminaron fuera de la habitación, apague las luces y salí en busca de Allen. Era jueves, lo que significaba que debería estar terminando algún trabajo en su página de marketing digital, entre a su habitación sin tocar, encontrándolo sentado frente a su computadora. Usaba calzoncillos, camisa, saco y una corbata mal hecha, sonreí.

—¿Nueva moda?— pregunté, haciendo que pegara un pequeño salto en su sitio de la sorpresa.

—Joder Mer, no hagas eso.— dio la vuelta en su silla giratoria y se quitó los lentes de pasta gruesa que tenía puestos, los usaba a menudo para evitar la migraña por tanto tiempo pegado en la computadora. Mi hermano era un verdadero nerd de la informática.— Estaba en una videoconferencia, no le veo sentido a terminar de vestirme si ellos solo ven unos pocos centímetros de mi torso.— se encogió de hombros, asentí en acuerdo— Estas linda, ¿Megan está acá? Pensé que pintaría su habitación hoy.

Fruncí el ceño, sabía que estaba redecorando todo pero no tenía tanta información detallada al respecto, sin embargo, le resté importancia.— En realidad, saldré con Harriet y Clarie, son amigas de Russell, iremos a una fiesta.

—¿Hoy jueves?

—Pareces sorprendido Allen.

—Lo estoy sinceramente. No por una fiesta los jueves, ya quisiera yo haber hecho una, si no el que tú vayas a ir.— respondió, suspiro y miro su reloj, sabía que estaba calculando cuánto se tardaría en arreglarse para ir conmigo.

Pedazos | Overcome I | Mc'ConnerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora