LA MADRE DEL VILLANO

capitulo 93

En la impresión de Ruan Xia, Song Tingshen siempre se enfrentó al póker. Incluso si ocasionalmente decía algunas palabras de amor locales, también hablaba en serio. De repente le dijo en este dialecto de Taiwán. En esta estrecha tienda, ella sostenía una bola de masa y lo miraba. Después de un tiempo, no pudo evitar decir: "Lo logré".

Song Tingshen probablemente también está avergonzado. No sabe qué tendón tiene. ¿Cómo puede decir esas palabras a Ruan Xia? Solo puede cambiar rápidamente el tema: "Trabajé aquí a tiempo parcial en la universidad".

Ruan Xia ahora sabe muy bien el tintín de las canciones. Puede estar relacionado con su edad o su personalidad. Es una persona que compartirá el pasado con quienes se preocupan por él. Justo como esa vez, la llevó de regreso a su ciudad natal. De hecho, no temía que una persona no pudiera cuidar de Wang Zai. Ahora que lo piensa, también espera que ella pueda entender su mente más.

Como ahora, están enamorados. Cuando no hay un buen lugar, él la llevará a estos lugares y le contará sobre su experiencia pasada.

Su idea es muy simple, es decirle, este soy yo, este es mi pasado.

"No tengo un lugar al que ir para el día de año nuevo. En el momento del día de año nuevo, estas tiendas tienen muy poco personal y pagan más de lo habitual". Song Tingshen sonrió y dijo: "Lo más importante es que todavía tenemos comidas. En ese momento, el comedor de la escuela también estaba de vacaciones, y yo era el único en el dormitorio".

Ruan Xia se preguntó, "¿hay algún trabajo que no hayas hecho?"

Song Tingshen realmente lo pensó detenidamente y dijo en voz baja: "un año, un amigo me presentó a un trabajo con un salario alto. No fui".

El cerebro de Ruan Xia se abrió de par en par y preguntó tentativamente, "¿podría ser un pastor de vacas ..."

Ahora tiene más de treinta años con una buena figura, buena apariencia y un temperamento estable. Hace diez años, no debería ser peor que los actuales estudiantes de flujo popular. Muchas mujeres ricas como él. Él es alto y guapo. Lo más importante son los famosos estudiantes universitarios, lo que da una sensación de frío.

La cara de Song Tingshen mostró un rastro de vergüenza, que era básicamente el defecto.

Ruan Xia se rió, "esta es una afirmación de tu apariencia. Debes haber sido muy guapo".

Song Tingshen dijo impotente: "No fui".

"¿Por qué no?"

"Me temo que un resbalón de pie será un odio perpetuo".

Ruan Xia estaba tan divertido con sus palabras que se echó a reír e incluso cayó en el odio durante miles de años.

Song Tingshen recordó que en esos días no le faltaba dinero, pero que no tenía un ataque al corazón. Incluso cuando alguien le ofreció una amable propuesta, tenía la cara fría y no podía decir una palabra.

Ruan Xia lo escuchó hablar sobre estas cosas, pero de hecho, no pudo conectar su pasado con su presente.

No exageraba lo miserable que solía ser, y su tono siempre era tranquilo.

Después de que salieron del restaurante dumpling, Song Tingshen llevó a Ruan Xia al lugar donde solía estar. Ahora ha cambiado mucho y no pueden encontrar el sentimiento del pasado. Pero están tomados de la mano y hablando y riendo todo el tiempo, lo cual es más interesante que ver una película en el cine.

Él le contó sobre su proceso emprendedor. Ruan Xia era como ver una maravillosa reproducción de televisión.

Song Tingshen la tomó de la mano y dijo con una sonrisa baja: "Pensé que las personas que me escuchaban serían Wangzai después de crecer".