Lo primero que vi cuando abrí los ojos fue la espalda de Saga en la cocina. El sonido más suave retumbaba en mis oídos como si fuera una bomba, se me partía la cabeza de dolor. Me senté en el sofá, apretándome la sien con la palma de la mano. Había llorado hasta quedarme dormido y Saga estuvo todo el tiempo conteniendome.
Un olor delicioso a verduras inundó mi casa y llegó hasta mi nariz, haciendo que mi estómago se quejara.
—¿Qué estás haciendo? —
dije con la voz ronca.
Sentía los ojos hinchados, estaba despeinado y demacrado. De nuevo Saga veía lo peor de mí.
—Te estoy preparando algo para cenar. Dormiste toda la tarde. ¿Cómo te sientes? Tu amiga Lyfia llamó, le conté lo que había pasado y se volvió loca.
—Ay, no... —
Me apreté los ojos con ambas manos y los mantuve presionados hasta que el ardor cesó
—Todo esto es un desastre...
—De verdad lamento lo que pasó, fue todo por mi culpa... Tal vez es cierto que deberíamos dejar las cosas como están, siento que no paramos de meter la pata.
Me levanté del sofá y arrastré los pies hasta la cocina. Saga seguía de espaldas, así que solo lo abracé, apoyando la mejilla en uno de sus omóplatos.
—Ellos tenían que saberlo. Quizás no fue la mejor manera, pero ya está. No fue culpa tuya. Si tú te alejas de mí, ahora, nada de esto tendría sentido, eres el tipo que me dio vueltas el mundo, Saga. Me costó bastante admitir que sentía cosas por otro hombre, así que no me dejes solo, por favor...
—No voy a dejarte solo. —
Se giró para devolverme el abrazo y continuó
—Ya te dije todo lo que sentía la otra vez. Me gustas, pero no quiero estar escondiéndome de nadie. Podemos ir despacio si quieres, pero yo no quiero jugar. De todas formas creo que ahora tienes algo más importante en qué pensar, no puedes dejar las cosas así con tus padres.
—Llevará mucho tiempo hacerles entender lo que me pasa. Mi padre es demasiado cerrado, ahora mismo me odia, realmente está decepcionado de mí, y mi madre..., no sé lo que sienta ella, siempre es la que trata de equiparar todo.
—A mi madre le tomó años entender que tenía un hijo homosexual. Mi padre siempre lo supo pero no porque yo se lo dijera, él lo intuyó desde que yo era pequeño. Sé lo complicado que es ser rechazado por tus padres, que te digan cosas dolorosas y desagradables, porque nada de eso debería salir de la boca de quienes te dieron la vida. Tú no eliges esto, Sigmund, naces de esta manera. Un día algo hace clic dentro de ti y descubres que las cosas no son como creías. Es difícil de asimilar, para ti y para quienes te rodean.
—¿Cómo sé si esto es lo que quiero para mi vida? Quiero decir... todo es tan confuso, me da miedo salir a la calle, me da miedo que la gente me juzgue así como yo mismo lo hacía, me aterra pensar en lo que puedan decir los demás.
—¿Y quienes son los demás?, ¿ellos te dan de comer? Sigmund... —
me agarró de los hombros, separándome un poco de su cuerpo
—tú no puedes vivir de los comentarios o la opinión de la gente. Ellos no te manejan la vida, se supone que eso debes hacerlo tú. No puedes guiarte por lo que diga la gente, porque aunque seas hetero y vivas una "vida normal", ellos van a encontrar algo para criticarte. Creo que ahora mismo no deberías pensar en eso. Pasaron demasiadas cosas, date un respiro.
Asentí, bajando la mirada.
Saga me besó la frente y me acarició con el pulgar la mejilla y el mentón. Yo recosté el rostro en su mano, tragando saliva para evitar que el llanto volviera a dejar en evidencia mi angustia;
ESTÁS LEYENDO
No Witness☑️
FanficSaga x Sigmund Sigmund, un chico que durante toda su vida vivió bajo los estándares de lo "correcto" para su familia. Saga un chico que intenta ayudar a sigmund a aceptarse tal como es. Una noche de copas cambiara muchas cosas.