Feliz Cumpleaños Xiao-Lang Li, Li Syaoran, Shaoran Li.

Shot 7. Deseo

Deseo

Shot número seis. Escrito por LizSaranjeiP.

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DESEO

Trece de Julio.

Las noches de este mes siempre son lluviosas, llenas de viento y momentos cálidos en compañía de la familia o amigos, viendo una película o cenando mientras el cielo se calma.

Para él, hoy normalmente era un día de fiesta, pero desde ayer, lo único que podía tener en su corazón era dolor. Sentado en un sillón, se encontraba cerca de la ventana, se podía ver que había caminando bajo el aguacero, su traje negro goteaba y su cabello castaño estaba completamente mojado. Su mirada... ese ámbar, se perdía en la taza de café que sostenía con su mano.

Ella, desde que él entró a la cafetería lo pudo ver, se veía perdido, se sentó, le ofrecieron una toalla, pidió algo de tomar y desde que le entregaron su bebida no se había movido, sólo veía la taza. De pronto, él la observó, ámbar y esmeralda se encontraron, ella le dio una pequeña sonrisa y él... él sólo sintió que su corazón fue golpeado por algo, pero no supo qué fue, se volteó sin responder el gesto de la castaña.

Ella llamó a la mesera, al parecer ya se iba, escribió algo. Le trajeron la cuenta, entregó la nota a la mesera, se levantó y caminó hacia la puerta, al abrirla, volteó a verlo, él regresó su mirada y ella le sonrío, está vez ampliamente y salió.

Él se queda pasmado, su corazón se alborotó de golpe, pero no reaccionó, de pronto, pareció recordar lo que lo trajo a ese lugar y agachó su mirada. La mesera se acercó y le entregó una rebanada de pastel de chocolate, él le dijo que no había pedido nada y ella le entregó una nota mientras se alejaba de la mesa haciendo una reverencia.

Reconozco esa mirada, es la misma que veía en el espejo hace algunos años.

Deseo que tus ojos vuelvan a tener luz y que el tiempo te permita honrarlo (a) con tu felicidad.

S.K.

Al leer esas palabras, sus ojos se abrieron de la impresión, salió corriendo de la cafetería y volteó hacia todos los lados, pero no la vio, regresó al café, tomó un trozo del pastel y comenzó a comer mientras guardaba la nota en su cartera.

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Al sonar la alarma que indicaba el término de las clases, ella tomó sus libros y salió del salón, ese día no tenía que trabajar, por lo que tomaría un largo baño tal vez con una copa de vino y música.

Estudiar psicología era su pasión, lo amaba, pero se sentía agotada después del periodo de exámenes, pronto serían las vacaciones y comenzaría a trabajar medio tiempo en el Centro de Desarrollo Integral de Tokio, ya que sólo le faltaba un semestre para terminar su carrera.

Al salir al patio de la escuela buscó a sus amigos, los vio a lo lejos y pudo notar que iban rumbo a la cafetería así que decidió comprar un café antes de retirarse. Al mismo tiempo, él ingresó en aquel lugar por otra de las puertas que había, tenía varios meses que no regresaba a la escuela, había tenido que viajar a Hong Kong después de la muerte de su padre para revisar algunos documentos y colocar a sus hermanas como encargadas de las diferentes empresas en su país natal. A pesar de ser el hijo menor, como hombre, debía ser el nuevo líder de la Corporación Li y había decidió compartir el honor con sus hermanas.

Él, había terminado su carrera desde el año pasado y ahora, haciendo honor a la misma, administraría la sede de Tokio, pero necesitaba recoger sus papeles para dar por terminada esa etapa de su vida. No había olvidado a aquella castaña de la cafetería y cargaba la nota como una especie de amuleto, que le recordaba tan importante deseo. Pensaba que hoy se cumplía un año de tan inesperado encuentro, nunca volvió a verla, y eso que volvió varias veces al café antes de irse a su país.

Venía platicando con Kaho, la directora de la universidad, ella le explicaba los últimos detalles a considerar para terminar su proceso escolar, mientras la escuchaba pudo observar una cabellera parecida a la de aquella chica, pero no se entusiasmo mucho, ya había cometido algunos errores por correr hacia las chicas que compartían el mismo color de cabello y había tenido que pedir muchas disculpas.

Sin embargo, no dejó de observarla y de pronto escuchó un grito que llamaba su nombre, vio como se giraba para recibir a una chica de cabello negro en un abrazo y entonces sus miradas se cruzaron como aquella vez, ella parecía haberlo reconocido y él, sin duda sabía que era ella. Se fue separando de Kaho explicándole que haría todo lo convenido mientras agradecía su tiempo.

Ella se quedó en su lugar y conforme lo veía avanzar, aquella sonrisa que lo había dejado impresionado la última vez comenzó a salir de sus labios, su amiga volteó a ver hacia donde ella observaba y de inmediato supo quién era aquel joven, debía ser el del "encuentro romántico", como lo llamaban en secreto.

―Hola, mi nombre es Li Xiao Lang ―mientras estiraba la mano para estrecharla con la de ella y le regalaba una pequeña sonrisa.

―Hola ―sonrió nerviosa –Soy Sakura Kinomoto, mucho gusto―. Dijo mientras tomaba su mano.

―Nos conocimos hace un año, o algo así, no sé si me recuerdas en la cafetería del centro, pero yo... yo... yo...quisierapoderconocertemejor ¿Tienesalgoquehacerhoy? ―dijo a toda prisa con un leve rubor en sus mejillas. Ella sonrió de nuevo

¡Qué hermosa sonrisa! Pensó él.

―Claro, estoy libre.

―Perfecto, te espero afuera mientras tomas tus cosas.

Ella asintió y caminó hacia la mesa, tomó su maletín, se despidió de sus amigos quienes le sonreían y le decían cosas que la apenaba mucho. Volteó hacia su amiga, aquella que acababa de abrazar y la escuchó:

―Es el destino, disfrútalo.

Sakura salió de la cafetería escolar y lo buscó con la mirada, estaba recargado en un árbol y cuando la vio, pudo por fin ver ese brillo en sus ojos y una pequeña sonrisa que le erizó la piel.

―¿Lista?

Ella sonrío mientras contestaba. ―Sí.

Caminaron hacia la salida de la universidad, mientras comenzaban a conocerse.

Años más tarde, recordarían aquel día sabiendo con certeza que ese fue el momento en que aquel deseo comenzaba a cumplirse, cuando no sólo él, sino ambos, encontraron su felicidad.

Fin.