Entre emociones y sensualidad
Shot número siete, escrito por Rozyoh y van a necesitar una ducha de agua fría.
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―Te ves DI VI NA ―expresó Tomoyo al mirar a Sakura portando de manera excepcional su nueva creación―. Dejarás a Li Kun con la boca abierta.
―Es su cumpleaños y yo debería sorprenderlo, estoy un poco inquieta por el lugar en el que decidió que nos encontráramos―. comentó Sakura mientras daba los últimos toques a su maquillaje.
―No te preocupes, déjalo decidir cómo quiere pasar su cumpleaños en compañía de su persona especial ―expresó Tomoyo de forma tranquilizadora―. Tampoco te preocupes por los niños, nos espera una pijamada muy divertida ya tengo todo planeado ―mencionó mientras le mostraba a su amiga un par de pijamas muy parecidas al traje ceremonial que Syaoran utilizaba mientras capturaban las cartas Clow.
Sakura sonrió enternecida ―Bueno me iré a despedir de los niños, gracias por todo Tomoyo. ―Dijo la castaña mientras le daba un abrazo a su amiga.
Más tarde...
Al entrar en el recinto Sakura bajó la pequeña escalera y pudo observar un ambiente muy romántico, iluminado por pequeñas velas que tintineaban alegres. El sonido de una música suave con tonos sensuales inundaba el lugar. Un par de parejas bailaba en la pista, ella tomó asiento en una de las mesas próximas a la pista para observar a los dúos bailar ya que no era nada común ese tipo de música en Tomoeda. Cruzó una de sus piernas y el vestido se dejó caer mostrando un poco sus bien torneadas piernas que no pasaron desapercibidas para un par de clientes que se encontraban departiendo en una mesa apartada.
Un mesero se acercó hasta el sitio de la castaña ofreciendo algún trago, ella no muy segura y recordando los consejos de Tomoyo pidió un whisky. El mesero no tardó en traer su orden, dio un pequeño sorbo a la bebida dejando una marca de su labial carmín en el borde del vaso. El sabor del whisky inundó sus papilas gustativas, al no estar acostumbrada al alcohol la sensación fue un poco inquietante.
Revisó la hora en su reloj de pulsera, eran las nueve en punto. Él ya debería de haber llegado ¿le pasaría algo? Aunque la atmósfera del lugar era agradable ella no dejaba de sentirse inquieta. Un nuevo tango comenzó a sonar lenta y cadenciosamente.
―¿Te gustaría bailar? ―preguntó una voz profunda y grave, que ella conocía muy bien. Golpeó como un ronroneo en uno de sus oídos lo que provocó que su piel se erizara y un pequeño sonrojo apareciera en sus mejillas.
Al girar su cabeza en torno a la persona que le habló, esmeralda se perdió en ámbar, no pudo evitar que el sonrojo la invadiera. Sabía que su esposo era muy atractivo pero esa noche lucía increíblemente apuesto, vestido con un sencillo pero elegante traje negro, camisa blanca sin corbata y su característico cabello alborotado que le daba ese toque que a ella tanto le gustaba.
Ella también lo dejó boquiabierto, lucía un vestido hasta los tobillos verde esmeralda tan similar a la tonalidad de los ojos de su amada, con un escote demasiado sexy en la espalda y una abertura en la pierna derecha por la que se asomaba de manera sutil una de sus hermosas piernas, sin duda una creación de Daidouji para la ocasión. Syaoran hizo una nota mental para recordar agradecer a su amiga por el regalo de cumpleaños
―Pero, no sé bailar este tipo de música. No quisiera pisarte ―respondió tímidamente la castaña.
―Entonces déjame guiarte hermoso Cerezo ―volvió a ronronear Syaoran, ella asintió. Aun con sus mejillas teñidas de rojo, se levantó de su asiento, pero antes de dirigirse a la pista de baile, Syaoran tomó el vaso de whisky que reposaba en la mesa y le dio un profundo sorbo justo donde los labios de su esposa habían dejado una marca de rojo carmín.Syaoran haciendo gala de sus modales de caballero, tomó una de las manos de su esposa con delicadeza y guió a Sakura al centro de la pista, donde se encontraban un par de parejas disfrutando de la velada.
Al llegar al centro la pareja mostraba un sonrojo en sus mejillas, era increíble que después de tantos años juntos aún esas reacciones eran parte de su día a día. Syaoran sonrió para infundirle confianza a Sakura, la cual respondió con un brillo travieso en sus ojos esmeralda.
Sakura posó una de sus manos sobre el hombro de Syaoran, mientras que la mano libre de él comenzó un lento recorrido por la espalda de su esposa hasta posarse en su cintura de un brusco movimiento y en sintonía con un acento de la pieza que se escuchaba de fondo la acercó hasta quedar totalmente a merced del lobo. Él sonrió confiado debido a la cara de sorpresa de la castaña entre sus brazos.
Marcando los pasos lentamente y con la cadencia propia de un tango sensual Syaoran comenzó una danza tortuosa, de la cual ella era la gustosa víctima. Donde él avanzaba decidido por la pista mientras la hacía retroceder. Poco a poco el ritmo de la música aumentó jugando con las emociones de ambos, mientras que sus miradas no podían separarse. Los ojos de ella brillaban como hermosas esmeraldas y los ojos de él eran casi dorados.
De repente la música cambió, entonces Syaoran tomó la mano de Sakura y de un movimiento rápido la alejó y la hizo regresar, pero en esa oportunidad ella quedó de espaldas a él mientras se movía lentamente. Él entrelazó sus manos con las de ella sobre su cintura siguiendo el ritmo de la música, la posición le daba la oportunidad al él para inclinarse un poco y darle un pequeño y travieso beso en el cuello a su esposa, haciendo que ella abriera los ojos de sobre manera y una sonrisa brotó desde lo más profundo de su corazón.
La música se intensificó y Syaoran decidió cambiar de posición, haciéndola girar sobre sí misma, para tenerla de frente nuevamente. El movimiento fue tan rápido que una de las piernas de Sakura no llegó a posarse sobre la pista, sino que fue capturada por el lobo, quien no desaprovechó la oportunidad para tomarla con decisión e ir bajando lentamente su mano.
Él se sintió satisfecho cuando vio la expresión en el rostro de su esposa. Syaoran comenzó una caminata hacia atrás. Llevándola con él, ella se dejó hacer mientras se perdió en su mirada. La música terminó, pero ellos no podían separarse. Sus corazones latían a mil por hora y sus respiraciones se entremezclaban.
―Cerezo, vayamos a casa. Necesito que me concedas otra pieza en nuestra habitación ―pidió el castaño acercándose sensualmente a su oído.
Sakura afirmó gustosa ―Menos mal que dejé a los niños con Tomoyo, vayamos a festejar tu cumpleaños lobo hambriento―. Sonrió ella con coquetería.
Fin.
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Feliz Cumpleaños Xiao-Lang Li, Li Syaoran, Shaoran Li.
RomantizmVoy a compartir con ustedes algunos shots que seguidoras de mi página en facebook crearon para este día tan especial para el fandom. Vamos a celebrar el cumpleaños de uno de nuestros personajes favoritos de este animé.