El frio calaba mis huesos durante todo el viaje hasta la estacion de trenes.
El primer paso ya estaba dado, no habia vuelta atrás.
Vi mi boleto y rapidamente fui caminando al andén pensando ya no en lo que dejaba sino en lo que me esperaba, encontrado ya mi asiento el cual daba a la ventana, deje mi mochila en el compartimiento sobre los asientos y me senté.
Senti un profundo alivio, me sacaba una especie de peso, era como intentar salir a flote teniendo un peso en el pie, me costaba mucho y mientras mas pasaba menos fuerzas me quedaban. Justo al sentarme vi como resbalaban las primeras gotas sobre el cristal y el tren comenzaba a moverse.
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Como una piedra rodante.
General FictionSintiendo y viviendo sólo a mi manera sin que nadie más me entienda emprendo este viaje a encontrarme conmigo mismo