Mr. Tycoons Daring Wife 2

Capítulo 333 Algo injusto y Capítulo 334 Mucho más

"¿Qué estás haciendo? ¡Detente!" Estaba mortificado, su cara se puso roja. Nunca había conocido a una mujer tan valiente y audaz como esta. "¡No puedes cambiarte delante de un tipo! ¿Haces esto a menudo?"

"N-no..." Yang Ruqin se resopló, sus ojos se llenaron de lágrimas. Oh, Dios, aquí viene el agua. Un borracho Yang Ruqin era un llorón. "Soy sensible... no me grites".

Huo Qiudong entró en pánico. Lo único que podía hacer era abrazarla. Frotó tranquilamente sus manos en su espalda.

"Lo siento, no volveré a gritar, lo prometo. Puedes quitarte la ropa todo lo que quieras y no me importará. Roba mi casa y toma mi dignidad también, tampoco me importará. Sólo... sólo no llores sobre mí, ¿de acuerdo?" Respiró temblorosamente. Lágrimas. Las lágrimas eran su única debilidad. No podía soportar cuando veía a una mujer llorar. No sabía cómo reaccionar.

Yang Ruqin se calmó. Ella lo abrazó fuertemente. Necesitaba este abrazo, más que nada, especialmente después de encontrarse con Yu Pingluo en el club. Él estaba en la sala VIP y ella volvía del baño. Él no la vio, pero ella lo vio a él. Estaba rodeado de amigos pero estaba bebiendo solo. Incluso con mujeres que aparecían frecuentemente a su lado, buscando desesperadamente su atención, no les escatimó ninguna mirada.

Ella no lo había visto durante años. Cuando lo vio sin avisar, el dolor volvió. La única forma que conocía para lidiar con el dolor era algo que aprendió de las películas: beber hasta quedar tonta.

Después de que Yang Feng y Zhao Lifei se hubieran ido, Yang Ruqin se quedó solo. El pensamiento de Yu Pingluo aún persistía en su mente. Quería distraerse, así que fue al Pabellón del Agua de Cerúleo, se cambió de ropa y se dirigió al club. No creía que él estuviera allí.

"¿Esperarás a que termine de ducharme?" Su voz era tranquila y suave, como la de una niña indecisa que pide dormir con sus padres después de experimentar una pesadilla. Ella era la niña que se escondía detrás de la puerta.

"Por supuesto. Cualquier cosa por ti", dijo sin pensarlo demasiado. Las palabras salieron naturalmente de su boca y para cuando se arrepintió, ya era demasiado tarde. Sólo esperaba que ella se despertara mañana y se olvidara de todo esto. Después de todo, todavía estaba borracha.

"Ahora, ve y date una ducha, ¿de acuerdo? Estaré afuera cuando termines." Él la abrazó y la dejó hacer lo suyo.

Ella comenzó a quitarse la ropa de nuevo.

Huo Qiudong se dio la vuelta lo suficientemente rápido para que él sólo la viera tirar su ropa a un lado. Como el caballero que era, se fue sin echar un vistazo o fantasear con su cuerpo de supermodelo. Cerró la puerta tras él y se desplomó en el sofá.

¿Qué? A. Noche.

Se preguntaba si debería contarle a su jefe sobre esto. Yang Ruqin era el mejor amigo de Zhao Lifei. Pero, ¿y si no quería que el Presidente lo supiera? ¿No sería mejor decir la verdad?

El Ángel y el Diablo sobre sus hombros discutían una y otra vez sobre qué hacer. Al final, se dio por vencido sobre qué hacer cuando llegó la mañana. Se dirigió al cuarto de invitados y comenzó a cambiar las mantas y las fundas de los colchones. Para cuando terminó de colocar las almohadas, finalmente había salido de la ducha.

Huo Qiudong trató de no tragar al verla. Así que tal vez fue una mala idea darle pantalones cortos. Podía ver sus piernas, estiradas por kilómetros de largo. Eran saludables y bien tonificadas, pero aún así muy femeninas y llamativas. Él miró hacia otro lado antes de que ella se diera cuenta de algo.