—Qué haremos sin nuestra estrella —me dice Akaashi.
—Ya tendrán otra —le contesto.
—Ninguna como tú, Bokuto-san —me responde.
Y yo me río un poco.
Akaashi siempre encuentra la manera de subir un poco mi ego. Sé que soy bueno y me gusta que él lo reafirme. Que vea mis jugadas y me diga que son geniales.
Viniendo de su boca, sé que es verdad, porque Akaashi es despiadadamente sincero. Y también me hace saber las cosas que hago mal, aunque yo no quiera escucharlas.
Gracias a él he mejorado estos últimos dos años. Y a mi esfuerzo, por supuesto.
—¿Qué harás cuando salgas? —me pregunta.
—Entrar a algún equipo profesional. Y después quiero ser parte del equipo nacional.
—Sé que lo vas a lograr —me dice.
Pero su voz se oye apagada.
Nos terminamos el té y dejamos las tazas en mi velador.
—Akaashi, ¿estás triste? —le pregunto.
—Un poco —me contesta.
—¿Por qué?
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So nice, so smart
FanfictionBokuto siempre ha sido una estrella para Akaashi. Y no solo por su habilidad en el volleyball, sino que porque lo ciega completamente en todos los sentidos. Pero eso es algo que Bokuto nunca debería saber.
