Capítulo 1: Dragón Fugitivo.

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Para algunos, comenzar puede ser uno de los más difíciles retos que se debe afrontar para lograr determinadas metas propuestas; para otros la constancia es más dura de mantener por lo tanto más difícil que comenzar ¿y si te dijera que ninguno de estos adquiriría sentido si se tiene valor y determinación?

Lo que impulsó a Nora a dejar su hogar no fue solo el coraje que sintió al descubrir que su propia familia le proporcionaba erróneos conocimientos sobre política e historia, sino sus conocidos más cercanos que se atrevieron a "hacerle abrir los ojos".

Por lo que la primera parada que la joven de dieciséis años planeaba hacer era en casa de su prima lejana cuyos ideales influyeron en la cabecita de la joven. Donde vivía no era considerablemente lejos, pero ir por cuenta propia era peligroso.

—Huir de esa casa parece sencillo, y en lo personal lo fácil termina en desastre —resumió Tamara, la prima de Nora.

—¿Qué propones?

Ambas se sentaron en una mesa de piedra cincelada, al aire libre.

—Si tu objetivo es llegar a las Grutas de Gría, ¿por qué no robas el dragón de tu padre para que te eche una mano?

—No te confundas, mi principal objetivo es salir de esa casa, e ir a las grutas es algo secundario —aseguró bajando las cejas y sin vacilación en su mirada.

—Roba el dragón plateado —Completamente diferente a la expresión de su prima, Tamara recalcó su idea con una miraba llena de vileza.

—Pero le añadirá un nivel de dificultad muy alto.

Nora arrugó su ceño queriendo escuchar alguna propuesta menos imposible o un cambio de parecer. Pero ésta, con ojos entrecerrados y una inquietante sonrisa repitió:

—Lo fácil termina en desastre.


Los siguientes días fueron de planeación entre varias personas cercanas a Nora, la mayoría familiares lejanos. Lo que antes había sido un mero comentario humorístico que llegó a los oídos de la joven, se había convertido en todo un movimiento que ansiaba se volviese realidad.

El día antes de su escape, hubo una reunión familiar donde los más adultos jamás se hubiesen imaginado que aquella junta sería vital para la planeación de la huida de Nora, pensaban que los jóvenes solo charlaban de cosas triviales. Su círculo era pequeño, solo cinco primos de entre quince y diecinueve años hablando bajo la luz de la luna y las estrellas, Nora con ilusión escuchaba las diferentes voces que proponían soluciones a posibles obstáculos.

—¿Ya tu tío accedió a que Nora se quedase en su casa? —preguntó una rubia de dieciocho años a un azabache de quince.

—Dijo que no importa cuanto tiempo sea, serías bienvenida —respondió mirando a la nombrada.

—Asegúrate de cepillar todos los días ese hermoso cabello tuyo —chilló una chica de diecisiete tocando el oscuro pelo de Nora—. No tienes idea de cuánto te extrañaré.

—Todos lo haremos —habló el de diecinueve años—. Asegúrate de evitar problemas de cualquier tipo, no busques compasión en alguien y sé lo más independiente que puedas.

—Apoyando a Henry, ten mucho cuidado en quien confías, recuerda que un dragón mítico estará contigo y que todos querrán poner un dedo en él —manifestó Tamara.

—La mochila que te puse en la habitación tiene algunas cosas importantes para que una chica sobreviva a un viaje de varios días. No la olvides —dijo la rubia.

—Muchas gracias, si no fuese por ustedes seguiría ahogándome en la avaricia de mi padre —anunció Nora ocultando su entusiasmo—. Prometo enviarles cartas y regresar sana y salva.

El Impredecible Viaje De NoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora