Epílogo

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Estos últimos tres años no habían sido nada fáciles pero si especiales, como Krist diría. Criar a dos bebés con horarios apretados y con noches sin dormir, era cansando. A veces Krist y Singto pensaban que no podían más, pero luego veían a sus hijos reírse de sus travesuras y suspiraban, sonriéndoles de vuelta.

Para el año siguiente que Prae y Fiat llegaron, ellos decidieron retomar sus estudios. Singto eligió mercadotecnia, porque le ayudaría a tener un buen puesto en la empresa de su tío -donde actualmente trabaja-, y también le gustaba. Krist decidió educación preescolar, porque bueno, adoraba a los niños. Krist trabaja como cajero en una estética, una de las mejores en Bangkok, así que la paga era buena.

Hoy era un día muy caluroso, demasiado. Krist está sentando en el sillón de su casa, con un bote de helado en sus manos. En el suelo están Fiat y Prae. La niña sólo tiene sus calzones puestos y Fiat un pañal, ellos tienen también un bote de helado y sus bocas y mejillas manchadas. Singto estaba en el patio trasero haciendo algo que Krist desconocía.

"Papi" Prae habla desde el suelo, limpiándose con su blusa que está tirada a su lado. "Donde trabajas pintan cabellos, ¿verdad?"

"Mmmh, si, lo hacen" Krist frunce su ceño. "¿Por?"

"Es que... quiero que me pinten el mío"

"¿Por qué, corazón?" Abre sus brazos y su hija corre a ellos. "Tu tienes un cabello muy bonito"

"Pero ni papá ni tú lo tienen. Tampoco Fiat"

"Tampoco nadie tiene los ojos como Fiat, ¿o si?"

"No, creo que no" niega. "¿Eso qué tiene que ver?"

"Significa que ustedes son especiales, amor"

"¿Eso es bueno?" Su nariz, pringada con unas cuántas pecas, se arruga.

"Mucho más, que bueno" le besa la cabeza.

"¡Fiat, Prae!" Singto grita desde afuera.

Los dos niños atienden al llamado de su padre, corriendo con sonrisas en sus rostros.

"¡Una piscina!" Prae abre la boca y Fiat chilla.

"¡Siiii!" El más pequeño aplaude con sus pegajosas manos.

"¿De dónde la sacaste?"

"La robé" se ríe, viendo la cara de sus hijos.

Es una piscina inflable y pequeña, sólo para que ellos dos jugasen ahí. Krist sale, sonriendo de ver a sus pequeños felices.

"Mira, papi. Papá nos consiguió una piscina" Prae dice, entrando.

"¡Y la robó!" Ahora Fiat entra.

"¿Ah, si?" Alza una ceja hacia el alfa. "¿Para mi no pudiste robar un anillo de diamantes o algo así?"

"Poco a poco"

Krist se acerca al más alto, besando su mandíbula.

Es verano y están de vacaciones en la Universidad, pero no en sus trabajos, así que lo más cercano al agua sería esto y los niños parecían felices.

"¿Qué haremos para el cumpleaños de Fiat?" El omega se abraza al alfa, enrrollando sus brazos a su torso.

"Podemos decirle a Off que traiga a los gemelos y ya"

Krist asiente.

"Prae me preguntó si podía pintarse el cabello"

"¿Para qué?, tiene 4 años"

"Dijo que porque nadie lo tenía así, o sea, ninguno de nosotros"

"¿Qué le dijiste?" Besa la cabeza de Krist, mirando a los niños salpicarse el agua y reírse.

"Que tampoco Fiat tenía los ojos como los demás y que eso los hacía especiales" se separa de Singto, mirándole a los ojos. "¿Algún día le diremos?"

"Ya veremos, Krist" besa sus labios y pronto escucha la risa de Fiat y Prae, burlándose de ellos.

Singto los moja con la manguera, haciendo que griten por el agua helada.

"¡Papi, ayúdanos!" El niño grita entre risas, sintiendo el agua chocar contra su espalda.

"¡Singto, deja a mis bebés en paz!" Krist grita y el azabache también lo moja.

"¡Perdiste también!" Prae grita, riéndose junto a Fiat.

"¿Has sabido algo de New y Tay?" El omega le pregunta al más alto, secando el cabello de su hija, después de haberla bañado junto a Fiat.

"Creo que se fueron de vacaciones" el está ayudando a su hijo a ponerse la pijama.

"¿Nosotros vamos de vacaciones?" la pelirroja se pone sola su bata.

"No creo, amor. Papá y yo tenemos trabajo" Krist la arropa con la sábana hasta la barbilla, por último, besa su frente.

Singto sube a Fiat a la cuna, al parecer pronto dejará de usarla. Ahora Krist va con su hijo y le besa la frente y Singto hace lo mismo con Prae.

"¡Buenas noches, bebés!" El castaño dice desde la puerta, apagando las luces.

"Buenas noches, papi" contestan al mismo tiempo con voces adormiladas.

Krist comienza a caminar a su habitación, cuando Singto lo toma por la cintura y lo carga.

"Es hora de que los papis" se burla "se diviertan ahora"

Singto besa los labios del más bajo rudamente, haciéndolo jadear de sorpresa. Krist pone sus brazos en el cuello del alfa.

"Diviértete solito"

"No seas pesado" se aleja, con el ceño fruncido.

"Oh, tú no seas pesado" se ríe, trayéndolo de vuelta sobre él. "Ven aquí, y ámame, cariño"

"Ya lo hago"

Vuelve a besar sus labios, ahora con lentitud y disfrutándolo.

"Mi alfa" Krist jadea, siendo desvestido del torso.

"Mi omega" Singto dice, mordisqueando la marca del castaño.

Fin.

Ven Aquî y Ámāmę ✰ Pêrāya [Adąpt.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora