.Epilogo.

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Ayer os di a elegir dos opciones para el 'especial' 2K estrellitas, eligiendo casi todos el epílogo por miedo al final alternativo.

Pero, ¿y si el final alternatico hubiera sido la pedida de matrimonio de Alexby? ¿Y si el epílogo que todos queríais contara que el final tan esperado de esta historia no importó ya que la relación no duró mucho?

Para vuestra suerte, aquí tenéis vuestro epílogo soft. Repito, gracias por todo el apoyo que recibió esta gisyoria, os lo debo.

Disfruten del extra~























Los primeros rayos de sol de la mañana empezaron a surgir por el horizonte, filtrandose por las ventanas de una peculiar casa situada en la cima de una montaña cerca del pueblo de Karmaland, iluminando levemente la habitación.

El de pelo azabache apretó con fuerza sus ojos al sentir los rayos posando en su rostro, sacándole de su sueño. Parpadeó levemente, soltando un quejido al verse despertado de su sueño. Se quedó tumbado de costado en su cama, mirando hacia la nada por pereza a volver a dormirse.

Sin embargo, se vio interrumpido en su momento de desperdiciar su vida cuando sintió un apretón en sus caderas, al igual que un agradable tacto en su espalda.

-Buenos días- la somnolienta voz de Fargan hizo reír al menor, sintiendo cómo el nombrado depositaba un beso en su mejilla-. ¿Qué haces?

-Desperdiciar segundos de mi vida- el menor se giró para quedar de frente al contrario, sonriendole ampliamente-. Buenos días, Fanganido.

El nombrado sonrió con notable sueño, acercándose al rostro ajeno para depositar un pequeño beso en sus labios, siendo correspondiendo enseguida. Esa era su rutina mañanera desde que ambos empezaron a salir, hace ya dos años desde ese día.

Se separaron del beso para dedicarse una sonrisa, empezando la mañana con un ambiente cariñoso cuando empezaron a repartirse besos por todo el rostro (bueno, Fargan más que Alexby).

-Te despertaste muy meloso hoy, ¿hoy?- el menor sonrió de lado mientras se dejaba mimar por el contrario, dejando que le besara la sien mientras reía.

-Bueno, tengo que hacer feliz a mi futuro esposito, ¿no?

Inconscientemente el mayor llevó su mano hacia la contraria, acariciando con su pulgar el pequeño anillo dorado que tenía en su dedo anular, sonriendo con orgullo de poder llamar 'marido' en pocos meses al menor, aquella persona que le hizo sentir tantas cosas desde hace años.

Alexby empezó a reír con esa risa característica suya, ocultando su rostro en el hueco del cuello ajeno en un vago intento de esconder su ligero sonrojo.

A pesar de estar viviendo en primera fila ese momento, aún le parecía todo surrealista. En cierta manera le costaba creer que el mayor le hubiera pedido matrimonio hace escasos días atrás (y encima el mismo día en que él mismo se lo iba a pedir, aún recuerda la voz de Rubius diciendo al día siguiente 'es que compartis la misma neurona') y que dentro de unos meses se casarán. Parecía más bien un cuento de hadas que la realidad.

-Hey, ¿estás bien? Quedaste reiniciandote durante un buen rato.- la risa suave de Fargan le sacó de sus pensamientos, dando una ligera mordida en la clavícula del mayor a modo de berrinche.

-Calla parguela.

Ese día no fue muy diferente de lo habitual. Despertar, desayunar, salir a pasar el día con sus amigos o de exploración aprovechando que era domingo, volver juntos a casa, cenar y pasar lo que les quedaba de noche haciendo cualquier actividad juntos, como simplemente ver una película abrazados, jugar con Jimmy o hacer actividades más... 'fisicas'.

Esa era su rutina, aprovechar siempre al máximo su día tanto para estar juntos como para tener tiempo a solas con sus amigos. Entre ellos comenzó a crecer un fuerte vínculo de confianza que después de dos años era ya prácticamente imposible de romper. No había celos, no había desconfianza, por que confiaban ciegamente en el amor que los unían, confiaban el uno en el otro sobre todo.

Era casi imposible verles sin las manos entrelazadas entre ellos, o repartiéndose pequeños e inocentes besos por sus rostros y cuellos, siendo catalogados rápidamente como 'la parejita empalagosa'. No les importaba mucho la opinión ajena, lo único importante eran ellos y los cercanos a su alrededor, como sus amigos que no dudaron en ofrecer su ayuda al enterarse de la noticia.

Pasaron tres meses hasta que ese día llegó, el día que marcaría un nuevo capítulo en sus vidas.

Alexby se encontraba nervioso, agradeciendo con toda su alma a su compañero Vegetta por ayudarle a arreglarse correctamente la corbata negra de su traje.

El ojimorado le dejó solo un momento en su cuarto para que se tranquilizase, mirándose al espejo para repetirse miles de veces 'tranquilizate Alexby'.

Fue ahí cuando notó en la mesa de su cuarto un pequeño sobre blanco junto con una pequeña flor azul.

Obviamente se dejó llevar por su curiosidad, abriendo el sobre para leer el pequeño papel amarillo en su interior.

'Hola precioso. ¿Tú también estás nervioso? Literalmente te estoy escribiendo esto en la madrugada antes de nuestra boda, aprovecho para pedirte perdón si tengo la cara hecha mierda en el altar'

El menor soltó una risa, siguiendo leyendo.

'Hace mucho que no hacía esto, pero, ¿sabes? Este momento está pasando gracias a la primera nota que te envié. Si no hubiera empezado con todo esto dudo haber tenido las agallas suficientes para imtentar empezar algo contigo.

Gracias notitas.

Te quiero Alesby, te quiero con locura, no sabes las ganas que tengo de decir esto y muchas más cosas ahí fuera. Por eso, por favor, relájate ratoncito, tranquilizate para poder ver tu radiante sonrisa y poder dejar sacar el lado más cursi y meloso que verás en tu vida.

Gracias por todo Alejandro, gracias por entrar en mi vida.'

El azabache cerró los ojos con una sonrisa, soltando un suspiro para seguidamente salir por fin de la habitación, guardando la notita en su bolsillo mientras se dejaba guiar por un muy emocionado Vegetta, el cuál exigió ser uno de los acompañantes de los novios.

Ese día ninguno de los dos lo olvidarian, cerrando la ceremonia con un beso en el altar. Los gritos y aplausos de júbilo no se hicieron esperar, empezando por fin la fiesta en casa de Veget-

Perdón, la costumbre, la fiesta en el pequeño claro que alquiraron para la celebración.

-¡VIVAN LOS NOVIOS!

Notitas para Alexby // FargexbyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora