Narrador omnisciente:
"Quiero estar delgada hasta el punto que cuando me siente mi estómago no se abulte nada. Hasta el punto que no tenga que sentirme incómoda con mi ropa. Un cuerpo que se adapte a mí, me satisfaga a mí y a todos los que me rodean."
Marlene sufre un transtorno de la alimentación. Empezó a los siete años con atracones de comida, y a partir de los doce "restringuía" cualquier tipo de alimento. Marlene se siente sola y gorda. Sólo quiere un poco de paz luego de venir pasando por tanto. Marlene tiene anorexia.
Tenia miles de luchas internas.
No podia ganarle a ninguna de esas luchas, voviendose cada vez más debil y acumulando más dolor.
Una de esas luchas era la báscula o balanza, como quieran llamarle. Ese pequeño objeto venia complicando su vida desde los siete años, cuando apenas era una dulce niña que no conocía esas miles de enfermedades y transtornos que el mundo tenía.
"Pésate"
Esa pequeña pero torturosa voz aparecía siempre que Marlene queria consumir alimentos, porque a pesar de querer verse delgada, tenía y sentía hambre como cualquier ser humano normal. Todos los días sentia ese impulso por pesarse, pero sabía que si lo hacía la cifra no le iba a gustar, por más de que estuviera en su peso ideal, a ella no le gustaba.
La báscula junto con su mente, eran su peor enemiga.
No tenía amigos. Desde su infancia era así. Pasó la primaria soportando burlas debido a su transtorno, pero nadie entendía que ella no tenía la culpa, porque la verdadera raíz de todo esto era el control que le dejabas tener a tu mente. Desde entonces se iniciaba todo. Sus compañeritos reían a carcajadas cada vez que ella pedía permiso para ir al baño, sólo para vomitar.
Lloraba todas las tardes en su casa y deseaba no ir más a esa escuela que tanto daño le causaba.
Los años pasaron y la secundaria llegó. Ahora entendía más sobre todo este mundo del "bullying", es por eso que decidió ocultar su transtorno. De esa manera logró llevarse bien con sus compañeros por mucho tiempo, pero todo se supo el dia en que la escucharon volviendo al estómago, ya sin aguantar esa ansiedad por comer y luego sacar todo una vez más, a través del vómito.
Se preocuparon por ella, llevándola hasta la enfermería en donde claramente, se enteraron del transtorno que tenía.
Desde entonces y hasta ahora, nada fué igual.
Burlas, golpes, palabras hirientes, y miles de cosas más comenzó a recibir desde ese día en que supieron de lo que padecía. No soportó tanto. Claro que no lo hizo, ningún ser humano tendria las fuerzas necesarias para aguantar lo que ella vivió a lo largo de su primaria y secundaria.
Dejó los estudios hace un mes, por el mismo motivo.
No quería ni podia seguir en ese lugar en donde no era aceptada, y sumándole que ni ella misma lograba quererse... simplemente no aguantó, y dejó de asistir sin dar explicaciones, aunque eran muy obvias.
Otro de los motivos para que llegara a tomar esa decisión, fué su mamá. Esa persona aborrecía a su propia hija. Marlene dejó de tener el apoyo por parte de su mamá hace mucho tiempo, fué entonces cuando su papá comenzó a ver por ella, pero su situación económica no era de la más buena, es por eso que ayudaba a Marlene como podía.
Su mamá dejó de pagarle los estudios en la secundaria, otro motivo para decidir dejar de estudiar.
No era solamente su transtorno
Como dije antes, la ojiverde luchaba contra miles de cosas en su vida. Sentía como todo lo que sucedia a su alrededor, la golpeaba de una manera horrible, dejandola sin fuerzas y sin ganas de nada.
No vivía sola pero como si lo fuera. La madre solía traer a distintos hombres todos los días, Marlene era testigo de las noches llenas de gritos y gemidos por parte de su madre y quien que hombre, pero estaba harta. Solía acurrucarse en su cama, hacerle bolita mientras tapaba sus oídos, cansada de esos ruidos y de la vida.
Pagaba su tratamiento como podía. El papá la ayudaba con una parte y ella cubría lo que faltaba, nadie sabia de donde sacaba tanto dinero pero no decían nada al respecto.
Las noches de insomnio, tenían un culpable; Mateo Palacios.
Un chico de dieciocho años, compañero de Mar en la secundaria, y en secreto, su amor prohibido. ¿Porque prohibido? Simple, ella pensaba que alguien como él jamás le haría caso, eso lo tenia bastante claro. De todos, la única persona que nunca llegó a burlarse de ella fué Mateo.
Pero la ojiverde ya ni siquiera le daba importancia a esa parte de su vida.
De a poco iba destruyéndose, dejando este mundo. No queria, pero era imposible. ¿Que podia hacer? Se sentia horrible consigo misma, su propia madre la odiaba, el chico que le gustaba jamás se fijaría en ella, dejó los estudios, padecía un transtorno, debia pagar sus consultas y se le sumaba todo lo que sentía por dentro.
Destruída
Esa simple palabra describía como se sentía Marlene.
•••
Sin dudas, las fanfics de esta Saga son mis escritos favoritos hasta ahora.
Gracias por tanto amor🤧❤
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Marlene | Trueno
FanficHistoria corta "Destrocé mi cuerpo en busca de una paz mental que nunca encontré" No acepto copias ni adaptaciones