Corazón de Hielo || MYG +18

1-Regreso a casa

Seoul. Mi hogar desde que llegué al mundo y donde tengo mis mejores recuerdos. Lo extrañaba tanto. Salgo del avión y no puedo evitar dar un gran suspiro y respirar ese aire puro tan característico del lugar. Me dirijo al pasillo que me guía hacia la sala de espera. Papá me dijo que Jungkook vendría hoy y me recogería, no pude evitar ponerme nostálgica al recordarlo. Hace un año que no nos vemos y ya me estaba haciendo mucha falta. Después del divorcio de nuestros padres casi no hemos tenido contacto, y aunque hemos hablado por videollamada no es lo mismo.

Al llegar pude ver una gran multitud de personas agarrando carteles  con nombres escritos en estos y no pude evitar sonreír al verlo sonriente con un gran cartel con mi nombre.

Se ve tan diferente. Su cabello ya no está teñido de negro, ahora es de color café resaltando el de sus ojos. En cuanto a su cuerpo ya no está tan delgado, sus brazos se ven con un notable volumen, y que decir de sus piernas. Sin duda este año le ha sentado de maravilla.

Sus ojos hicieron contacto con los míos y no pude evitar que unas cuantas lágrimas brotaran de mis ojos. Sin duda ya lo extrañaba demasiado.

—Te extrañé tanto enana— me abraza sumido en llanto al igual que yo.

—Y yo a ti Kookencio— le devuelvo el abrazo.

—Veo que todavía sigues con el complejo del tomate— se burla de mi cabello como si el de el fuera suave y sedoso, era obvio que no se había bañado en semanas.

—Pues si, y veo que tu sigues de mujeriego— me defiendo mientras observo a una chica de estatura media, ojos verdes y cabellos rubios detrás de él.

—Oh si.. ella es SunHae— nos presenta.

—Hola mucho gusto— le hago una reverencia en forma de saludo.

—Mucho gusto— imita mi acción con algo de nerviosismo.

—Papá estaba trabajando y por eso no pudo venir— comenta Kook.

—Lo sé, hablé con él antes de subir al avión— respondo mientras él toma mis maletas.

—Vamos. Nos espera en casa.

—Vamos— suelto una risita nerviosa.

—¿Y como está mamá?— dice mientras toma de la mano a la chica y comienza a caminar.

—Pues bien, dentro de lo que cabe. Ya sabes que la separación le ha afectado mucho. No quería dejarla sola allá pero ustedes me estaban haciendo falta ya— respondo siguiéndole el paso hasta llegar a su auto.

—Si, todavía no entiendo por qué decidieron separarnos sabiendo que nos iba a afectar a todos.

—Ni yo, pero bueno, el daño ya está hecho.
Me abre la puerta para entrar al auto, yo estaba al lado del conductor y luego hizo entrar a su chica en la parte de atrás.

El camino a casa no fue para nada aburrido. Entre chiste y chiste habíamos llegado en poco tiempo. Se podría decir que estaba prácticamente igual a cuando me fui. Al bajarnos del auto se abre la puerta principal mostrando a mi padre.
Al conectar nuestras miradas no pudimos evitar lanzarnos a los brazos del otro con lágrimas en los ojos... Nadie quita esa sensación de añoranza y tristeza por haber estado un año lejos.

—Perdóname hija— me pide entre sollozos.

—Papá. Sabes perfectamente que yo no tengo nada que perdonarte— lo consuelo y le doy una sonrisa sincera. —Ustedes tomaron sus decisiones y a pesar de que Jungkook y yo no compartamos sus puntos de vista los apoyamos.

—Gracias por no juzgarnos hija. Vamos adentro que quiero mostrarte a alguien— toma mis maletas y pasamos.

El día estuvo increíble. Mi padre me presentó a su nueva pareja, salimos a comer helado, cuando anocheció Jungkook fue a dejar a SunHae a su casa, al llegar cenamos y mi padre con su pareja fueron a su habitación mientras Kook y yo nos fuimos a la mía para conversar.