CONFESSION

Together Forever

- ¿Ya estás listo?

Te escuché decir a través del celular y no pude no pensar en todas esas veces que has pasado por mi para ir al colegio apesar de que te he dicho que no tienes que hacerlo. Dices que eso hacen los amigos y claro que yo lo haría por ti pero es distinto, prefiero tener mis momentos de soledad para pensar y no me cansa en absoluto recorrer esa no tan corta distancia entre mi casa y el instituto.

- Te he dicho que no vengas más pero ni siquiera pareces escucharme - te escucho murmurar un "mmm" y entonces te quilo la palabra de la boca - voy bajando.

Apenas llego al primer piso, mi madre está esperando casi al pie de las escaleras para darme mi almuerzo de hoy y despedirme con un beso en la frente.

- Mi niño grande - me dice tiernamente acariciando después mi mejilla - anda, jungkook ha estado esperando un rato. Te cuidas, bebé.

- Má, no soy más un bebé - trato de sonar serio pero la risilla que escapa de mis labios no permite tal cosa - te amo, mamá.

"Te Amo"

Le devuelvo el beso en la frente a lo que ella sonríe gustosa y me lleva después a empujones hacia afuera para que me vaya de una vez.

Recargado en la puerta del copiloto sonriéndole al móvil de oreja a oreja te encuentras mientras esperas por mi, pero ya no tienes que esperar más, de hecho nunca lo hiciste.

- Buenos días - volteas apenas me escuchas y tu sonrisa se hace más amplia al mirarme.

- Buenos días, pequeño.

- ¿Acaso hoy todos van a verme como un niño? - digo un poco frustrado.

- ¿Acaso no te ves en el espejo?

- Créeme, lo hago a diario - abres la puerta para que yo entre. Tan solo, porfavor, deja de hacer eso - deberían verme ya como un hombre.

Solo se escucha una pequeña risita tuya pero no despegó la mirada de enfrente, no dejo ver lo que eso causa en mi, y lo logro por qué no haces comentarios respecto a eso, tan solo cierras la puerta y rodeas el auto para entrar por el lado del piloto. Yo sigo con mi vista fija al frente.

- Creo que no despertaste de humor el día de hoy - a lo que suspiro cansado con mis dedos entrelazados.

- Siempre me levanto con el pié derecho, es solo que...

Es solo que estoy arto de que me vean como un mocoso aún, estoy a menos de un mes de cumplir dieciocho pero no dejan de llamarme por apodos para niños, por mi madre lo entiendo pero los demás deberían de verme como un hombre. Deberías verme como un hombre.

Aún que sé que ese es el problema.

- Hiciste la tarea de biología, ¿Verdad?

- Claro, si quieres te la paso - dices sin despegar la vista de la carretera.

- Que gracioso.

Finjo reír y eso vuelve a sacarte una risa pero está vez más sonora.

El trayecto pasa un poco lento ya que eres tan precavido en cuanto a la velocidad con la que conduces pero no lo suficiente lento como para quedarme satisfecho con tu compañía a solas, sin toda esa gente ruidosa y que solo te distraen y quieren estar en medio. Sin esa persona.

He podido sentir en mí por un corto tiempo aquella mirada penetrante que te caracteriza, con la cuál pareciera que quieres leer la mente y alma de las personas y qué bueno que eso no sea posible o de lo contrario ya te habrías alejado de mí desde hace mucho, y solo por si acaso no te devuelvo la mirada, prefiero ver por fuera de la ventana para no ponerme nervioso ante tu presencia.