Luke Hemmings
Después de tanto tiempo de gira, al fin llegamos a Los Ángeles a dar nuestro último concierto. Amo mi trabajo, pero a veces se vuelve un poco tedioso cantar siempre lo mismo en muchos países con el cambio de horario.
Llegó el momento del concierto, subí junto a mis amigos al escenario, saludamos y todo el público gritó. Veía a demasiadas niñas y adolescentes allá abajo, algunas sostenían coloridos carteles. Después de presentarnos, comencé a cantar, me moví de un lado hacia el otro para poder estar cerca de nuestras fans. Estaba saludando a algunas chicas, cuando la vi a ella. Su cabello era oscuro y rizado, se le veía muy bajita, podría asegurar que no pasaba del metro sesenta. No se que tenía, o si tan siquiera sería mayor de edad, pero en ese momento sentí quería la persona a la que tanto había esperado. Ella era la persona con la que debía estar.
La chica se encontraba en primera fila, y a media canción pude escuchar como gritaba mi nombre. Por alguna razón eso me encantó, así que me acerqué lo más que pude y le canté: -I love the way you're screaming my name-. Es algo que nunca había hecho, pero pude ver el efecto que causó en ella, en un instante se puso tan roja como un tomate; aunque no solo ella, habían muchas fans tan emocionadas que estaban a punto de desmayarse.
El show terminó y yo solo podía pensar en ir a buscarla, pero no sabía cómo encontrarla ya que habían miles de personas saliendo del lugar. Estaba tan desesperado que le pedí ayuda a mis amigos, ellos lo entendieron, y antes de que pudiera decir algo más, Calum ya había agarrado el micrófono para decir: -Haremos un meet and great gratis para la zona Gold-. Sabia que tendríamos grandes problemas por eso, pero valdría la pena si lograba descubrir el nombre de la chica y hablar un poco con ella.
El día pasó demasiado lento, ya nos encontrábamos demasiado cansados y aún no había señal de aquella chica. Justo cuando estábamos a punto de irnos, la vi. En ese momento llegué a dos conclusiones: era seguro que era de otro país y, aunque no era la persona más hermosa que había visto, había algo que me había querer acercarme a ella.
-Hola- logré decir cuando salí de mis pensamientos. -Hola, ¿Ya se van?- preguntó. -No, siempre tenemos tiempo para ti- mientras decía esto, ella se acercó a saludar a los demás. -Oye- la llamé, -¿Cuál es tu nombre?-. Ella sonrió y respondió: -Lilith-.
Después de tomarnos unas fotos, la chica volteó dispuesta a irse, pero no quería que se fuera solo así, quería saber más de ella. La tomé del brazo y le pregunté: -¿Podrías darme tu número?
