Astral [Próximamente]

Prólogo

Yo seguía corriendo, las calles destruidas, los edificios se caían a pedazos, la gente se moría a cada minuto, los disparos de las armas A.S.S. se escuchaban por todas partes al igual que los gritos de las personas.

Esto era un caos, él infierno que esta batalla desato, la ciudad estaba siendo destruida y no había nada que yo pudiera hacer.

Comencé a correr lo mas rápido que podía, ya faltaba poco para llegar a la torre Ruby Rose donde me encontraría con Sashiro.

Antes de poder llegar una explosión se escucho cerca para después él suelo comenzara a temblar seguido de una oleada de viento y polvo lo cubriera todo.

Me tropecé con unos escombros. Trate de levantarme pero no podía me había lastimado él tobillo volví a intentar levantarme pero no lo logre, cuando planeaba volver a intentarlo una mano apareció frente a mi y la observe un momento.

— vamos que esperas no podemos quedarnos aquí— esa voz movió su mano delante de mi y yo mire su rostro.

— Sashiro— él al escucharme solo me sonrió y yo tome su mano.

Él me ayudo a levantarme coloque mi brazo izquierdo alrededor de su cuello sujetándome de su hombro y él con su brazo derecho me sujeto del torso y comenzamos a caminar lo mas rápido que podíamos. Teníamos que llegar lo antes posible al refugio era él único lugar seguro en la ciudad.

Seguimos caminando ya faltaba poco para llegar, ya podíamos ver a los "soldados", seguimos avanzando cuando estuvimos lo suficiente cerca los "soldados" nos ayudaron a entrar.

Al pasar por él primer nivel vimos a muchos heridos junto con sus seres queridos y a los doctores y enfermeras corriendo de un lado al otro. Él segundo nivel fue casi igual y al llegar al tercer nivel estaban las personas que se encontraban bien mas u menos puesto que algunos tenían algunos rasguños y los siguientes niveles eran casi lo mismo.

Sashiro y yo decidimos quedarnos en alguna esquina del quinto piso.

Ya habían pasado varias horas los disparos y explosiones habían cesado lo único que había era silencio, nadie sabia que estaba pasando afuera. Me asome para ver afuera pero a la distancia lo único que se veía eran edificios destruidos y los militares moviéndose alrededor.

— Ashura— Sashiro me hablo en un susurro puesto que las personas estaban alrededor y no quería llamar su atención.

— ¿que sucede?— Sashiro me miraba de forma seria.

— no lo se— me trate de mostrar lo mas tranquilo posible puesto que ya sabia a donde se dirigía esta conversación.

— Ashura, esto es a lo que se referían tus padres ¿no es hací?— su mirada cambio, su ceño se fruncío y la preocupación estaba marcada en sus ojos y no lo culpo.

— haa— solté un suspiro— mis pabres— si lo que me dijeron es cierto, una guerra se avecinaba los akumas, tenshis, caiyus, y las demás criaturas sobrenaturales se enfrentarían contra los humanos. Otra guerra celestial se ha vecina y esta ves no tendremos aliados que nos ayuden a pelear.

Mire él cielo y luego a Sashiro tanto él como yo estábamos en medio de esta guerra. Maldita sea, por que tenemos que ser la reencarnación de Raito y Luo.

— Sashiro— lo mire directo a los ojos— no tenemos opción.

— mierda— se puso mas pálido y luego fijo su mirada en él cielo— hací que… era él rey del vacio.

— si— no se que decir, hací que también mire hacia él cielo nublado.

— y yo tu sirviente— volteo a verlo él seguía mirando hacia él cielo.

— mmh— me sentí un poco incómodo hací que mire alrededor.

Las personas desparramadas por todos lados y algunos "soldados" vi que recibieron un mensaje para luego mirarse entre ellos y luego dividirse y comenzar a observarlo todo maldición.

Hable lo mas bajo que pude solo para que Sashiro escuchara— tenemos que irnos— le ise una señal para que viera a los "soldados".

— ¿crees que nos busquen a nosotros?

— no lo creó, los unicos que sabían eran mis padres.

— entiendo, ¿entonces que buscaran?

— no lo se, pero por si acaso mejor vámonos

— si

Nos levantamos y nos pucimos en marcha con una idea en mente, buscar a la reencarnación de Musashi y parar esta guerra que alguna ves nosotros provocamos.

 

Continuará...