.

11 2 2
                                    

Era escalofriante lo rápido que se había acostumbrado a vivir con Taehyung, se había sabido adecuar a sus costumbres mañaneras y a su constante desorden, había sabido aceptar la música pesada de Tae, había cambiado de costumbres tan rápido que ahora no concebía un cambio en esta nueva rutina.

Hasta ahora no había ningún inconveniente por parte de ninguno de los dos, pues no habían interactuado mucho.

Jimin no había salido en las dos semanas que llevaba de estancia allí, pero es que no había necesidad alguna. Aquella casa era el doble de grande que la suya y tenía de todo; desde una amplia cocina con comida casi infinita hasta una pequeña sala de cine, con máquina de palomitas y todo.

No había ido a clases aún, pero planeaba hacerlo pronto, sino su perfecto promedio bajaría sin remedio alguno.

- esto...Taehyung, pues, tu sabes que mi teléfono se, uhm, medio malogró  cuando caí a tu patio. ¿Crees que puedas, no se, prestarme uno antiguo que tengas?

-mr. President...¿esta usted rogándome por un telefono?

Taehyung rió con ganas de su propio chiste, mientras que Jimin lo miraba enfurruñado. Dos días después a su llegada su teléfono había empezado a fallar, consecuencia de la caída de Jimin, pues en su desesperación no había reparado en que tenía el móvil en el bolsillo. Ahora formaba parte de la basura, junto a muchas cosas dañadas que el pelirrosa tuvo que desechar.

- n-no es eso...solo, ugh, dame un teléfono.

- nop

- por favor, necesito uno.

- no me mires a mi, yo no fui el de la idea, tu solito salvaste de tu techo a mi casa.

- pero-

- shh, nada de peros, dulzura...

- voy a estar incomunicado cuando salga...yo no se si alguien me ve en ese pobre estado y se...no se, aprovecha de mi. Ya no sería solo tuyo, Tete...¿estas dispuesto a compartir por un estúpido teléfono?

Esas cortas semanas que Jimin había pasado allí, había notado que Taehyung era muy territorial y celoso con sus cosas, y aunque le doliera en el orgullo, ahora era considerado por este como una cosa suya. Era un pu to débil que cabreaba al rubio a más no poder, por lo cual usarlo a su favor era una carta que solo debía ser jugada en medidas desesperadas.

- y puede que el chico de la calle tenga una mansión más grande y molona que la tuya...y puede también que decida quedarme con él.

Otra cosa que había podido ver es que el orgullo nublaba la vista de su mayor, dejándose llevar por esta ira la mayor parte de veces. Taehyung estaba mirándolo con cara de pocos amigos mientras que apretaba una mano, dejando que sus venas se marcaran con prominencia. 

- ¿tu quieres eso, Taehyungnie-ah? ¿quieres que alguien mas tenga lo que es tuyo?

Se estaba pasando y lo sabia, era malditamente consiente que estaba provocando al mismo satanás pero necesitaba el teléfono. Se acercó a su mayor con su mejor carita de "yo no hice nada" , lo miró a los ojos sin cohibirse e hizo el amago de una despedida con una mano, alejándose.

Pero no pudo avanzar ni diez pasos cuando fue tirado de una mano, con el jalón chocó contra el pecho de Tae, sus brazos quedando apresados entre el cuerpo contrario y el propio. Con lentitud elevó la mirada hasta chocar con los oscuros ojos contrarios, pero no pudo mantener contacto visual pues la sensación de estar siendo taladrado con la mirada del mayor pudo con él, era simplemente intimidarte ver aquellos orbes cuando parecían echar fuego por los ojos. 

Pronto sus labios habían sido tomados con posesividad por el rubio, quien mordió sus labios con fuerza, un quejido hizo que separa sus carnosos labios dándole libre acceso para poder introducir su lengua al antojo. Las manos contrarias tomaron su nuca haciendo un poco de presión y se vio a si mismo correspondiendo pronto el beso. Sus brazos se envolvieron atrás de la cabeza contraria, pero en ese momento una fuerte palmada resonó contra su trasero, no ayudando en nada que sus pantalones nuevos fueran malditamente apretados,  y el beso terminó de forma brusca, soltó un quejido por la repentina lejanía.

- Oh, no, bebé...hoy no te toca disfrutar, no te lo ganaste.

Jimin formó un puchero e hizo el amago de un berrinche, miró mal a Taehyung e intentó acercarse a sus labios. Fue detenido con fuerza, y con un poco de presión ejercida por el contrario atrás de sus rodillas calló al suelo frente a Tae. Este rápidamente se desabrochó el pantalón y lo bajó, dejando a un Jimin algo confundido. 

- dulzura, te portaste mal ¿sabes?...y, ¿eres consiente de lo que hago con los chicos que se portan mal?

- n-no...no lo se

-pues estas apunto de averiguarlo, dulzura.  Ahora abre bien esa linda boquita que tienes

Bajó también su ropa interior, Jimin era mirado con lujuria incontrolable, Taehyung parecía poder desnudarlo con tan solo una mirada, y hacerlo suyo con unas cuantas palabras. Se sentía caliente su sola presencia. Cuando pudo ver aquel gran miembro quedó mucho mas anonadado que la primera vez, pues antes no se había fijado del gran tamaño que tenia, tampoco de las venas que se marcaban escurridizas en todo el miembro...y ahora no entendía como todo eso había entrado en él sin matarlo. Con una mano tomó toda la extensión y sacando un poco de su lengua empezó a dar pequeñas lamidas, como si de una paleta dulce se tratara. Recorrió desde la base del miembro hasta la punta, deteniéndose un tiempo en esta para darle mayor atención lamiendo y succionando levemente, e iniciando todo de nuevo. Hasta el momento el castigado no parecía él, pues quien mas sufría con su tortuosa lentitud era el rubio, pero cuando una mano se encajó en sus mechones rosados con fuerza supo lo que iba a suceder sin duda alguna. Cuando estuvo por la punta una vez mas cometió el error de mirar hacia arriba, cuando se topó con la sádica sonrisa del mayor algo dentro de él se encogió con timidez y sus mejillas se sonrojaron con brusquedad. Un jalón mucho mas fuerte en sus hebras le hizo abrir la boca en reflejo, queriendo reclamar,  y sintió como toda la polla del contrario entraba con fuerza a su boca, provocando en él un reflejo de vomito al chocar con su campanilla. Coloco sus manos en los muslos del rubio para intentar separarse, pero la fuerza que este ejercía sobre el era mayor. Cuando las lágrimas se acumularon en sus ojos y sentía que ya no podía más, por fin su boca fue liberada un poco, dejándolo respirar, hasta que se repitió el mismo proceso, así una y otra vez en las que sentía que todo el oxígeno en su cuerpo era insuficiente. Su garganta ardía como los mil demonios, y Taehyung parecía disfrutar del castigo, tanto que lo pudo ni quiso contenerse y comenzó a embestir la cabeza al compás de los movimientos de adelante y atrás que hacía. El ambiente era caliente más no incomodo, demasiado sexy para resistir mucho.

Después e unos ocho minutos un hormigueo conocido recorrió la pelvis del mayor, lo cual lo sorprendió. La vista de aquel chiquillo de cabellos rosa, con su polla en la boca y un rastro de saliva colgando de sus comisuras lo ponía al máximo. Lo último que supo fue el éxtasis que sintió y que Jimin había tragado por completo aquel líquido blancuzco. Este se apresuró a limpiar su rostro e intentar alejarse.

Tomó de la cintura al menor y pegó la pequeña espalda a su pecho.

- no, no, no, no creas que vas a poder escapar de mi, mr president...tu castigo aún no termina.






Dioses míos, no me acostumbro a escribir escenas hard. Tengo la cara completamente roja y me arde. Disfrutes del lemon, camaronsitos.

_ @Https_sknitty_

scape - VminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora