彡 03 彡

578 54 7
                                    

Llevaba divagando por aquellos pasillos un buen rato, por lo que he estado investigando a través de mis ojos, algo hacía que todo tipo de habitación cambiase de lugar. Una especie de tambor.

—¡UN MONSTRUOO!

Escuché gritos provenientes de algún lado, aceleré el paso y sostuve con fuerza mi nichirín. Al parecer no estaba tan lejos, pues al abrir una de las puertas corredizas, divisé a un rubio gritando como desquiciado.

—¿Dónde está? —Pregunté estando cerca de él y un niño.

—¡WAAAAA! ¡Hemos sido salvados! ¡Ella nos va a proteger!

—¿No te da vergüenza actuar así, incluso delante de otro cazador? —Escupió indignado el niño al de tonos rubios, a lo que este simplemente siguió lloriqueando.

Di unos cuantos pasos, sintiendo cómo ellos retomaban su andar, siguiéndome.

Por lo que me habían contado entre el niño y ese tal "Zenitsu", se toparon con un hombre con cabeza de jabalí, quien salió disparado, azotando una de las tantas paredes, desapareciendo.

—¡P-pero, si hablamos mucho nos encontrará algún demonio! Por eso es mejor quedarnos callados, ¿n-no crees chica de ojos caídos? —Le decía Zenitsu al niño, mientras seguía llorando y me volteaba a ver

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡P-pero, si hablamos mucho nos encontrará algún demonio! Por eso es mejor quedarnos callados, ¿n-no crees chica de ojos caídos? —Le decía Zenitsu al niño, mientras seguía llorando y me volteaba a ver.

—Mmh, supongo.

¿La razón? El chico sólo articuló unas palabras y el rubio ya se encontraba llorando, asustado.

Ahora estoy en una batalla conmigo misma sobre si dejarlo vivir o matarlo para dejar de escuchar sus lloriqueos ridículos de una buena vez.

Hasta que todo quedó en completo silencio. Dirigí mi vista hacia ellos, extrañada por sus repentinos actuar.

¿Qué les pasa...?

Oh, ya entendí.

Me posicioné delante de ellos, un demonio apareció.

Saqué mi espada rápidamente y cerré los ojos, sintiendo todas las auras que habían ahí.

—Respiración oscura, primera postura; Oscuridad iracunda.

Dejé que mis fosas nasales llenaran de oxígeno mis pulmones, entregando mi cuerpo a todos los lugares los cuales la tenue luz no podía llegar; sintiendo como si fuese una sombra más que siempre estará allí, por más fuerte que fuese la iluminación. Alivianando las tensiones por completo.

Y, como si fuera la mismísima propagacion de la luz, con una velocidad inhumana, me lancé en línea recta hacia él, para finalmente deshacerme de la cabeza de aquel abominable demonio.

—¡¿Qué mierda pasó?! ¡¡No!! ¡Se supone que iba a comerlos a todos ustedes!

Miré con repugnancia aquel despreciable ser, mientras se desintegraba y me miraba con cierto odio.

Retomé mi andar, alarmando a mis acompañantes, quienes no dudaron en seguir mi paso. Aunque cierto rubio no dejaba de alardear sobre mi tan "genial" espada y en cómo acabé tan rápido con ese ente.

—¡¿Cómo es que traes una doble espada rara?!

—Para tu información, se les suele llamar Zulfiqar. Y mientras mate a los demonios, da igual el instrumento que sea.

Suspiré con pesadez.

Ese tipo podía llegar a ser frustrante en cierto punto.
Mi espada había sido creada por mi propia familia, especialmente para mí. Creían que una espada común no se parecería en nada a mí, pues como muchos decían; yo era un arma. Y de doble filo.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


(Inosuke x Reader) 𝑶𝒋𝒐𝒔 𝒕𝒓𝒊𝒔𝒕𝒆𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora