Capitulo 1: Casa de verano.

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CHEER.

- ¡Llegamos! - dice el abuelo mientras frena el auto en el área de aparcamiento.

Con mamá y Nate nos volteamos para ver la enorme casa de verano de mis abuelos. Es hermosa, no hay palabras para describirla. Ubicada en el medio del terreno esta la enorme piscina con camas de sol al lado izquierdo que están protegidas por sombrillas desplegables. Del lado derecho hay lo que antiguamente era un granero pero años atrás abuelo Luca reconstruyo en forma de salón fiesta para poder hacer sus famosos festejos. Detrás de la pileta, a unos cuantos metros esta la gran estructura de la casa, paredes de ladrillos rojo, grandes ventanales en cada habitación y techos de tejas. Y para terminar, alrededor, metros de plantas verdes.

Miro a mamá de reojo que se esta limpiando unas cuantas lagrimas que soltó inconscientemente. Después de unos minutos observándola, siente el peso de mi mirada en ella y le regalo una sonrisa.

- ¡¡Ayyyyyyyyy  mis niños!!- grita la abuela Margarita desde la puerta de la casa y los brazos abiertos esperando por nosotros. - ¡Vengan aquí a darle un abrazo a esta pobre mujer a la que ya ni llaman por teléfono! - Con Nate corremos hacia ella para abrazarla como nos pidió.

 Tampoco es que tengamos un problema con eso, no la vemos hace mucho y estar alrededor de sus brazos es reconfortante.

La abuela es todo lo que esta bien, es una mujer llena de dulzura, capaz de llenarte el alma de alegría y amor. Para ella la familia es lo mas importante y haría cualquier cosa por protegerla y mantenerla unida.

Hace unos pocos años se jubilo y pasan su tiempo trabajando en su  jardín y creando recetas para el libro que piensa lanzar, lleno de sus deliciosa creaciones. La razón por la que dijo querer jubilarse, es, porque ya no soporta a todos esos idiotas del trabajo y que la ley es cada vez mas injusta. Ahora quiere llevar una vida relajada y disfrutar. Por eso la razón de estar acá.

El abuelo y la abuela quisieron hacer una renovación de votos, volver a sentirse jóvenes, reunirse con viejos amigos, la familia, largas noches de champagne y música de los 80 hasta altas horas de la mañana. Pero no les basto con solo eso. No. Ellos quisieron armarla a lo grande. Una semana, todos los invitados e la misma casa, cenas entre todos cinco de las siete noches, una cena de ensayo, confesar sus sentimientos en una iglesia, luego venir y hacer una gran fiesta con banda invitada y no se cuantas sorpresas mas.

- Mierda. Abuela, tus grandes tetas no me dejan respirar. - se queja Nate mientras se libera de los  brazos de la abuela y me deja recibir toda la atención de ella.

- Como si no hubieras puesto tu cara entre las tetas de esa novia tuya.- lo molesta el abuelo.

- Ya no es mi novia, viejo.

-¿ Que hiciste esta vez? - pregunta el abuelo con mucha seguridad de que Nate tuvo la culpa.

- Yo nada. Fue ella la que no supo valorar a este bomboncito y lo termino perdiendo.

- Bueno, si yo tuviera novio y hablara de el mismo en tercera persona, también lo dejaría. - lo molesto.

Nate me mira y me hace una mueca rara de burla. - Para eso primero tendrías que tenes novio y dudo que alguien pueda soportarte.- me guiña un ojo. - Y yo la deje a ella.

- Estoy esperando a un hombre, no a un idiota como vos y tus amigos. - me suelto de los brazos de la abuela y voy hacia en abuelo entregándole un puchero. - Abuelo, me esta molestando, dile algo.

- Renacuajo, madura de una vez. - y me abraza de costado cariñosamente. - ¡Amalia!- llega una mujer alrededor de unos treinta años. - ¿Podrías llevar a los chicos a sus habitaciones por favor querida? - le dice con gentileza.

ReinicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora