-𝓅𝑒𝓉𝒾𝓉 𝒷𝒾𝒿𝑜𝓊- (Levi x Reader) [español]

El sueño de unirse a la Legión de Reconocimiento

Hacía tiempo que los titanes no habían atacado a la humanidad dentro de las murallas. Algunos se conformaban con estar vivos y se limitaban a trabajar para poder sobrevivir, otros se alistaban para poder proteger a las personas de los titanes, y otros tenían una vida cómoda dentro de la muralla Sina.

El territorio que tenía la humanidad se dividía en tres murallas. La muralla María, la Rose y la muralla Sina. 

Dentro de la primera, vivía la familia Jaeger, constaba de el padre, Grisha Jaeger, la madre Carla y los dos hijos gemelos, Eren y Kristin Jaeger. También estaba Mikasa Ackerman, la cual se quedó huérfana y decidieron adoptarla. Eren y Kristin no se parecían en nada, Eren era moreno con ojos claros, y su hermana era rubia, de pelo largo, con ojos marrones, era alta, no muy delgada, más bien tenía un cuerpo musculoso, pero no en exceso. Era amable, pero cuando se enfadaba podía ser la mujer más temible dentro de todas las murallas.

-¡Ereeeen!- Gritaba Kristin con el fin de despertar de una vez a su hermano, el cual estaba profundamente dormido.

-Kristin...no chilles tanto, estaba teniendo un sueño muy bonito....- Dijo Eren frotándose el ojo.

-Sí, sí, lo que tu digas. Pero date prisa y baja a desayunar que tenemos que ir Mikasa, tú y yo a buscar leña.- Le explicó mientras le quitaba las sábanas de encima y le lanzaba una muda de ropa- Además, quiero practicar algunos golpes con Mikasa, así que no tardes.

Dicho esto, salió de la habitación de su hermano y bajó las escaleras. Eren soltó un gran suspiro, se vistió la más rápido que pudo y bajó a desayunar.

-Buenos días cariño- Saludó Carla poniéndole un plato con el desayuno encima de la mesa.

-Buenos días mamá, buenos días Mikasa- dijo con una sonrisa mientras se sentaba en su sitio para comenzar a comer. A su lado derecho tenía a Kristin, y a su izquierdo a Mikasa.

-¿Es que no me vas a dar los buenos días a mi también?- Pregunto Kristin con el ceño fruncido.

-No después de la manera en la que me has despertado.- Soltó Eren mientras comía un bocado de su desayuno.

-¡Venga ya!, si te he intentado desperar moviéndote, pero solo atinabas a roncar más alto.- Se defendió la rubia inflando sus mofletes.

-Bueno niños, dejad de discutir y daros prisa en desayunar que tenéis que ir a buscar leña para avivar el fuego.- Intervino Carla. 

Todos asintieron y acabaron de comer. Se despidieron de su madre y fueron hasta el bosque más cercano. Luego de recoger la leña suficiente, Mikasa y Kristin decidieron comenzar con el entrenamiento. Primero calentaron, y una vez acabaron el calentamiento comenzaron a pelear. A decir verdad, las dos eran mu buenas en la lucha cuerpo a cuerpo, y les encantaba pelear entre ellas, ya que tenían el mismo nivel.