Fiesta

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-Enserio, Levi, abre una tienda de moda, triunfarías. Se te da muy bien esto.- Le dediqué una gran sonrisa. Él solo desvió su mirada, y por fin nos dirigimos a la caja para pagarle a la dueña. Una vez fuera, Levi me dijo que esperara unos veinte minutos entre que el regresaba. Le pregunté porqué se iba, y solo me dijo que tenía que comprar una cosa.

Cuando pasó el tiempo, Levi ya había regresado, así que nos pusimos rumbo a la posada. Una vez llegamos, acomodé el vestido y los zapatos en el pequeño armario que había en nuestra habitación y decidí descansar un rato. Solo quedaban tres horas para que la fiesta comenzase, así que aún tenía tiempo de leer un poco.

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POV Kristin:

Después de un rato largo, me dispuse a cerrar el libro y a dejarlo en la mesa de noche. Mientras leía, Hanji entró en la habitación y me informó de que en poco más de media hora, Erwin y Levi nos estarían esperando abajo en la puerta de la posada para ir a la fiesta. No había comido nada, y tampoco es que tuviera hambre, así que decidí ir directamente a darme una ducha rápida. Sé que me podría tomar mi tiempo, pero a los soldados se les exige que los aseos duren como máximo unos tres minutos, por el tema de la disposición. Por ese motivo, se me ha hecho costumbre el ducharme rápido, así que no tengo ningún problema en que solo tenga media hora para arreglarme.

Sin más dilación, me encerré en el  baño mientras Hanji se cambiaba en la habitación. Me deshice de mi ropa y me observé enfrente del espejo, realmente se notaba el cambio. Ya tenía unos músculos un poco marcados, no en exceso, pero se podría decir que la niña regordeta de antes ya no existía. Me siento realmente orgullosa de haber podido moldear mi cuerpo a mi gusto, ya que es algo que no todos se pueden permitir. 

Me metí bajo el agua fría, había la opción de tener una ducha con agua caliente, pero para mi gusto, prefiero la fría, me ayuda a ordenar mis ideas y a relajarme. Cosa que necesitaría realmente, ya que tendría que soportar a los cerdos ricos que asistirán a la fiesta. Suerte que estará Levi, sé que no dejaría que una subordinada suya sea manoseada por esos interesados, así que teniendo a una autoridad de mi parte, me siento más tranquila.

Salí de la regadera y enrollé mi cuerpo en una de las toallas que habían dejado las señoras de la limpieza y exprimí mi cabello de las sobras de agua acumulada. Salí del baño y pude ver como Hanji ya estaba totalmente cambiada, estaba delante del pequeño tocador hecho con madera de roble con unos bordados un poco bastos, pero a su vez elegantes. La castaña se observaba en el espejo mientras se recogía el cabello. 

La vi con problemas, así que me acerqué y le retiré las manos con delicadeza mientras recogía los mechones de pelo uno a uno. Realmente tenía un cabello muy suave y bonito, me daba un poco de envidia. Lo recogí en una coleta de las que siempre se hacía dejando unos mechones sueltos, una vez listo posé mis manos en sus hombros, acción que no la incomodó en absoluto. Es más, ella posó sus manos sobre las mías, regalándome una sonrisa a través del espejo. Se la devolví y retiré mis manos para dirigirme al pequeño armario. 

-𝓅𝑒𝓉𝒾𝓉 𝒷𝒾𝒿𝑜𝓊- (Levi x Reader) [español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora