- Chanyeol estas malcriando a Baek
- ¿Y a ti en que te afecta?
❀ Chanbaek y OT12
❀ Fluff/ Daddy kink/ Smut/ Soft
❀ One shots y/o drabbles
ADVERTENCIA: En este fic no hay orden cronológico.
Esa tarde de agosto con las mejillas sonrosadas y un par de ojos brillantes observándolo, Park Chanyeol supo que su vida no volvería a ser la misma, no tras esa preciosa confesión que llevaba meses esperando.
— Me gustas —murmuró el bajito quien observaba con tristeza sus converse blancas ahora todas enlodadas por su carrera lejos del hombre joven con orejas llamativas que lo mirada enternecido, estaba siendo honesto y en su barriguita miles de pequeñas burbujas comenzaban a tronar.
— ¡Por fin! —exclamó emocionado el alto lanzándose para abrazar por la cintura a un Baekhyun de cabellos rosas y una sonrisa débil, porqué «ya era hora de que comenzaras a aceptar tus propios sentimientos, por poco y renuncio» .
El resumen de esa tarde es sencillo, el joven Park Chanyeol heredero de una cadena hotelera, a sus 27 años descubrió hace unos meses atrás que está perdidamente enamorado del chico encargado de la fotocopiadora en la oficina de su padre, Byun Baekhyun, quien estaba ahí solo por las pasantías que en su tedioso instituto eran obligatorias, su último año no era para nada lo que estaba esperando, al menos no a sus 17 años, porqué enamorarse del hijo de tu jefe no es algo muy apropiado.
No cuando son de mundos tan diferentes, no cuando se llevan 10 años de diferencia y por alguna razón termina siendo el bebé consentido de Park Chanyeol
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— ¡Byun Baekhyun ven ahora mismo! —el alto vociferaba desde el primer piso de la gran casa que ambos compartían a partir de que se firmo el contrato, los peluches, mantas y envolturas de dulces estaban esparcidos por todo el suelo de la sala de estar, precisamente el día en que los amiguitos del bajito vendrían a visitarlo por sus 19 años recién cumplidos.
— ¿Si, Papi? —unos pasitos acelerados y risas se escucharon bajando las escaleras hasta que apareció el susodicho con la cabeza agachada mientras sacudía con sus manos el hoodie color rosa pastel que estaba lleno de purpurina y stickers de corazones, los cabellos ahora castaños claros del menor estaban desordenados y pegado unos con otros por lo que presumía ser un slime de esos que le prohibió usar mientras no estuviera bajo supervisión, Baekhyun estaba hecho un desastre justamente una hora después de que Chanyeol lo alistará para la visita.
— ¿Que te he dicho hace una hora?—un suspiró de pesadez no tardó en escapar de los labios gruesos del mayor que se ponía los dedos sobre el tabique apretando un poco este en señal de cansancio y frustración.
— Que jugara en mi habitación y no ensuciara mi ropa —contestó formando un pucherito en sus labios, se sentía culpable por no haber obedecido y eso claramente significaba una cosa «No más malvaviscos y chocolates esta semana para el bebé de la casa».
Chanyeol tras dejar vestidito a su precioso novio decidió que seria una buena idea ir unos minutos a la tienda para comprar helado y algunas otras cosas por si los amigos del chico se antojaban de algo durante su estadía en la casa lujosa de la pareja, pero el plan que duraba solo 5 minutos terminó por alargarse a una conversación de una hora junto a Sandara, la cajera del lugar que era buena amiga del mayor, las risas entre ambos nunca faltaban, lastima que desde su balcón y con lagrimitas en los ojos Baekhyun observara la esquina de la tienda, logrando ver a través de sus binoculares de juguete, que tanto había insistido en comprar al mayor, como la chica hacia gestos de coqueteo a su papi él cual solo reía.
Con los celos invadiendo su pequeño cuerpo corrió hasta la zona donde estaban todos sus materiales para dibujo y decoración, comenzando a esparcirlos todos por su ropa nueva, solo apretando sus puñitos de la ira que sentía, hasta que se encontró un pequeño frasco con ese material pegajoso del cual papi le había advertido, tras una serie de luchas consigo mismo Baekkie toma el material pequeñito entre sus dedos.
Los pasos resuenan en la primera planta, Baekhyun había sido un niño muy malo al tirar todas sus cosas en la sala, él lo sabía más que nadie y todo se le salió de las manos cuando escuchó esa voz grave llamándolo en un tono no muy alegre, unas carcajadas de venganza salen por sus labios rosados cuando se ve frente al espejo y nota como aquel juguete pegajoso ahora estaba en su cabello que tan bonito le había arreglado Chanyeol.
— ¿Y qué hiciste? —le habló en un tono serio el mayor mientras sujetaba las bolsas de la compra.
— Jugué en la sala y ensucié mi ropa —respondió fingiendo arrepentimiento y agitando sus pestañas frondosas.
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— Chanyeol estás malcriando a Baekhyun —un moreno de mentón marcado que sostenía su bebida miraba desde lo lejos al chico de cabellos castaños quien gritaba emocionado con sus amigos todos mirando la pantalla plasma y sosteniendo controles de PlayStation.
Después de muchos lloriqueos y berrinches del menor, Chanyeol accedió a dejar que sus amigos vinieran solo si recogía sus cosas, el menor como si la energía de un rayo le entrará arregló todo en un santiamén incluso yéndose a bañar sólito y no con la compañía de Papi, quien se encontraba ocupado respondiendo correos de informe sobre el estado actual de la cadena hotelera.
— ¿Y a ti en qué te afecta? —le respondió a Kai quien siempre le reprochaba el comportamiento de su sugarbaby.
— Mi Kyungsoo se deja influenciar por Baek —aclaró ganandose una risa estruendosa por parte del más alto, tras carraspear un poco su garganta y dar un sorbo a su bebida continuó—Entiendo que es tu bebé, pero deberías enseñarle a obedecer más.
Entonces una sonrisa de ternura se instaló en el rostro de Chanyeol, porqué las palabras de Kai eran muy ciertas, tan ciertas que él ya las tenia en consideración, solo que, díganle a una persona enamorada que castigue a su bonita pareja, el gigante amable no sería capaz de decirle ni una mala palabra a el conejito de mejillas rosaditas que lo miraba con chocolate en sus comisuras y luego se abalanzaba a darle besitos.
Porqué era su culpa que Baekhyun fuese;
— El bebé malcriado de Papi —susurró observándolo desde la isla de la cocina, un enamorado Park «pésimo diciendo que no» Yeol.
