•Quien es ese Norman•

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Oliver Williams. (10 años)

Rayos.


Estoy llegando tarde al primer día en mi nuevo colegió.


Corro con todas mis fuerzas para llegar, pero mi mochila me hace peso encima y además tengo las piernas muy débiles como para poder correr muy rápido. Falta poco para llegar, lo sé por qué puedo ver el establecimiento escolar.


Casi serca de la entrada choco con un chico, no veo quien es y no pido perdón ni nada, deje al niño sin ayudarlo, me arrepentiré después si lo vuelvo a ver.


...

Al fin, eh llegado, solo debo calmar mi respiración agitada y tocar la puerta así mi nueva maestra me presenta, solo espero y luego tocó, se encuentra una señora como de casi 35 años cálculo, no es tan delgada pero tampoco tan robusta, usa lentes y su cabello es de color rubio, es obviamente teñida ya que las raíces muestran un tipo de castaño. La maestra me deja entrar para presentarme.


–¡Niños y niñas! A llegado un nuevo compañero este año. ¿Quieres presentarte cariño?– me pregunta con una sonrisa de boca cerrada, por lo cual solo asiento y lo hago.


–Mi nombre es Oliver Williams, todavía tengo 10 años y vengo de otro colegió, me cambiaron por un pequeño problema con–


No puedo terminar porque entra un chico, está muy agitado y por lo que veo se raspó la rodilla. ¿Será que es el niño que voltee por accidente? El al verme la cara me reconoce, primero solo me mira y luego me sonríe. Eso no me lo esperaba, luego saluda y se sienta. Entonces la maestra me habla en un tono dulce. Sip, es el niño que tire por accidente viniendo aquí.


–Hay un lugar justo al lado de Norman, siéntate con el, Norman es el que acaba de entrar, sientate con el y así comenzamos la clase.– solo asiento y voy directo ahí.


¿Coisidencia que me halla tocado con el mismo niño que voltee por accidente mientras venía? No lo sé, pero ahora mismo le pediré disculpas.


–Disculpa por haberte volteado y hacer que te raspés la rodilla, no era mi intención, en verdad.– digo arrepentido al ver cómo su rodilla está raspada y algo sangrada.


Este chico me regala una sonrisa y luego habla– No te preocupes, si me acompañas en recreo a limpiarme la herida todo estará perdonado, ¿Bueno?


–Si, te acompañaré, y por sierto mucho gusto, soy Oliver, el nuevo del salón.– extiendo mi mano sin sonreír, solo lo digo de buen tono y espero que el no lo tome para mal.


–Norman, y el gusto es mío.– me sigue sonriendo, y en ese momento presto más atención en su rostro, en la comisura de sus labios tiene oyuelos los cuales me parecen lindos.


Así comenzó la clase con la maestra, intenté prestar mucha atención para así entender el tema, luego tocó la campana y eso significaba que era hora de un receso, me levanto y voy hacia la banca de Norman.


–Ven, vamos a la enfermería a qué me desinfecten esto.– lo sigo saliendo del salón y cruzando el pasillo, está lleno de niños jugando y así, al fin llegamos y ahí le desinfectan la herida y luego le ponen unas vendas en la rodilla raspada recién desinfectada.


El solo me dedica sonrisas, es muy simpático por lo que veo, me preguntó si podré ser su amigo sin ningún problema, eso esperó porque desde hace tiempo que no socializó bien.




N/A:¡Apareció Norman!¡Yupi!.

Les va gustando como quedó?

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