Love Me ¿Please? |L.S|

Day⇝ 2

No importaba el tiempo, el día o aquéllas tardes de cielo nublado, solo importaba el punto en el que Louis se encontraba.

Roto y entristecido.

-Lo siento- Murmuró Louis

El nudo en su garganta delataba que su voz estaba quebrandose a medida que aquéllas palabras salían de su boca y sus finos labios.

-Lo siento por no estar presente en estos últimos tres años... lo siento por no poder hacer nada, por no poder ayudarte, incluso por no poder cumplir tu promesa, lo siento, mamá.

No había remedio para aquél dolor, no había cura para sanar aquélla herida que su corazón sentía.

-Aveces siento que me estoy desvaneciendo, que estoy muriendo, cayendo nuevamente.

Observo aquélla lápida con detenimiento, con nostalgia y lamento.

-¿Recuerdas aquélla tarde de Otoño? Dónde las hojas caían de los árboles... me respondiste con una sonrisa, con el brillo de tus ojos y tu mirada fija en mi, me respondiste que estaban en su época de abandonar su lugar, dijiste que en la vida todo pasa por algo, y ahora pude entenderlo, mamá...

Louis cayó de rodillas frente a la lápida, apretó sus párpados con fuerza y llevo sus manos por encima de la tierra mojada. Louis lloraba, Louis clamaba entre lágrimas.
Louis quería de regreso a su madre.

-Eh marcado durante un largo tiempo, esperando escuchar tu voz detrás de la línea, mamá, nunca has respondido...- Habló cabizbajo

No había momento en el que Louis dejará de pensar en su madre, en los recuerdos diarios que recorrían por su mente perpleja, no dejaba de pensar en aquéllos días antes de partir. Ni dejaba de pensar en la última vez que sintió el tacto de sus manos en sus mejillas.

-El día que te llevaron, desearía haber sido yo...

Dio la última palabra limpiando las lágrimas que bajaron por sus mejillas. Dando la última observación a la lápida, el nombre de su madre.

Sus mejillas se tornaron rojisas junto a la punta de su claxon, su cabellera aún se encontraba húmeda, y la nieve cubría el camino a casa.

Detuvo sus pasos observando hacía atrás, con la vista intacta en la lápida de su madre, una entré muchas.

Talvez con el tiempo Louis dejaría de atormentar su mente, o talvez, su mente dejaría de atormentar a Louis.

Louis comprendía que había algo malo en el justamente estando en aquél momento de su vida, aún no teniendo respuesta: se lo preguntaba.

-¿Tú nuevamente?.

Pregunto Louis al observar al rizado por segunda vez en el segundo día.

-¿Cómo estás, Louis?-Y Louis, simplemente ignoró su pregunta.

-¿Me estás siguiendo?

-No... Es decir, yo solo...-Pauso-Si, te estaba siguiendo-Confesó cabizbajo.

-¿Podrías dejar de hacerlo? No te conozco, no sé quién eres o que es lo que quieres, vete- Exclamó con enojó

-Al menos déjame acompañarte a casa, por favor- Harry se limitó a dar su pregunta, por alguna razón, Louis asintió. Dando pasos hacía casa.

-Tus piernas son muy cortas, no te apresures Louis, llegáremos de todas formas- Se burló harry.

Harry había comenzado con sus malos chistes hacía Louis, la manera de intentar robarle una pequeña sonrisa al castaño, o simplemente: esperar a que Louis entrará en confianza.