𝕮𝖆𝖒𝖇𝖎𝖆𝖓𝖉𝖔 𝕻𝖔𝖗 𝕿𝖎 ༒ 𝐾𝑎𝑛𝑎𝑡𝑜 𝑆𝑎𝑘𝑎𝑚𝑎𝑘𝑖 ༒

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖀𝖓𝖔

»Me preguntó en  que estaba pensando en huir de él sabiendo que el tarde o temprano me encontrará«

  - Entre abre los ojos mira a su alrededor y se da cuenta que ya no se encontraba en el aula, se topó con las paredes de piedra y barrotes en una ventana pequeña que entraba poca luz—¿...Has despertado, Siumiri-san?

  - ...Ah...—Escucho una voz muy familiar.—¿Donde estoy?—Se preguntó a sí misma intentando mantener la calma.

  - Mi querida Siumiri-san, te gusta.—Alzando su mirada, lentamente se topo con los ojos  lilas de aquel chico que la veía fijamente , su amada presa, su esclava desde que entró al instituto se volvió en su nuevo juego.

  - Kanato-kun...¿Pero como?—Intento mover sus manos pero algo se lo impedía, le costaba tener la imagen con claridad.— ¿Que es este sitio?—Preguntó con insistencia, cuando se  percató por el sonido de las cadenas observó que sus muñecas estaban esposadas en los barrotes de metal, Kanato-kun se dió  la vuelta para caminar hacia la mesa.

  - Estamos en mi laboratorio, que se encuentra debajo de la mansión. —Le responde. —tranquila mis hermanos no saben que estás aquí, fui muy cuidadoso en traerte.—Le comenta mientras tomaba la jarra, y para servirse agarra el vaso con su mano derecha para vertirle el agua—Quieres un poco—Se gira mostrando el vaso de agua, ella no podía estirar los brazos
—Dudo que seas capas de tomarlo, supongo que no hay otro modo.— Tomó un sorbo, se acerca a ella incandose . La toma del mentón pegando sus labios contra los suyos la besa para vertirle el agua, ella lo bebé. Sentía como se deslizaba el líquido hasta su garganta, tomaba con desesperación.

  -Se separa.— ...ah...ah...Kanato-kun...—Mostraba una expresion lasciva.

-fu~fu, si que tenías sed deja de mostrar ese rostro.— Se lame los labios.—...Oye tal vez Siumiri-san ahora puede entender un poco más mis sentimientos.

  - ¿No entiendo...?

  - ¡¡Esto es culpa tuya!!.—La toma de los hombros y sacude con mucha agresividad.—¡¡ Porque huyes de mi !!

  - Kanato-un, detente...

-Este será tu castigo.— Se acerca a su cuello y la muerde.

»Aunque más me niegue, el se aferra a mi, haga lo que haga... Huya de él, me encontrará tarde o temprano me encontrará«

  - Cuando estoy contigo me irritó es extrañó si debo sentirme de esta manera... sería mejor matarte di una vez.— Dijo poniéndose de pie dirigiéndose al mueble. Abre el cajón, ahí había un cuchillo, lo toma, se voltea, ella lo mira llena de  terror.
 
- Si no eres mia...¡No serás de nadie!.— Decía con esa mirada de psicópata apuntandola con el cuchillo.

El caminar hacia a ella, la chica lucha para zafarse intentando quitarse las esposa pero era inútil se queda móvil bajando su mirada, cerro los ojos.

-Esperando lo peor. —»¿Pero que sucede?«.— El resonar del cuchillo al caer al suelo, lo que llamó su atención abriendo sus ojos enseguida, lo ve pero que sucedía con él, las lágrimas salían por si solas, se sorprendió.

»¿Estaba llorando como es posible?«

  - Acerca su mano para acariciar su mejilla.—Tu me perteneces... Desde tu sangre, hasta tu cuerpo.—Rodea sus brazos a su cuerpo delgado de la muchacha, la mira por un rato para luego besarla.

  - Comienza a llorar sin razón alguna.— »Kanato-kun a manchado cada parte de mi,  ya es demasiado tarde, y yo lo permite, si tiene razón la culpa es mía«—Se decía a sí misma, repetidamente con un dolor de pecho, hasta que el sonido del alarma la volvió a la realidad.

Despertando en la habitación obscuro y el sonido de la lluvia que provenía de afuera.

-¿Que fue eso? —El estruendo del relámpago hizo su aparición.