Capítulo 11

613 61 14
                                    

Y así es como se termina en el hospital con un brazo roto, un ojo morado, la pelota pinchada, una mordida en el trasero, empapados y con un perro desconocido y nada tierno. Si lo acariciabas te mordía... O pregúntenle a Eduardo.

- ay ay ay - se quejo Eduardo sentándose lentamente en el sofá, con ayuda de estrella, y una almohada atada a su trasero.

Cerré la puerta con el hielo en mi ojo, ayudando a Emilio.

- no se puede jugar fútbol con ustedes - se quejo Daniel

- a ti al menos no te paso nada - contestó estrella, sentándose en el sillón individual, tapada con una toalla totalmente mojada por ella.

- oh sí casi me paso, casi se me cae la cámara mientras filmaba tu caída a la fuente del agua - contestó Daniel riendo

- Daniel - lo regañe y el guardo silencio

- me voy a mi habitación - murmuró un serio y enojado emilio

- ¿te ayudo? - pregunte haciendo una mueca, el negó con la cabeza subiendo las escaleras

- todavía que tiene un humor de perros, va a estar más amargado con un brazo roto - acotó Eduardo

- Eduardo - alarge, también regañandolo

- ¿que? - pregunto inocente - es la verdad - se encogió de hombros - ay - se quejo del dolor y se movió un poquito - es horrible que te muerdan el trasero - lloriqueo

- que te peguen con una pelota de tenis, tampoco es lindo - murmure sentandome a lado de Eduardo

- yo sabía que serviría se algo traer un trebol de cuatro hojas en mi bolsillo - nos giño el ojo Daniel y todos los demás lo miramos con cara de querer matarlo.

- oigan es raro que kira no se esté riendo con nosotros - sonrió de lado estrella, la mire sorprendido y ella pareció darse cuenta de algo, así que se puso estática. Nos fijamos en toda la sala y....

- kira - murmure

- ¿Dónde está kira? - pregunto alarmado Eduardo

- ¡Daniel la debía traer! - grito estrella

- ¡no! A mi me estaban tomando la declaración por lo de la viejita esa - grito el

- ¡tenemos que encontrarla! - grite alarmado.

Todos salimos alarmados de la casa con un Eduardo adolorido gritando dos veces por segundo “ay ay, au”.

- si sigo así me voy a quedar sin este lindo trasero y voy a dejar de co... -

- sh - lo calle, para después meternos al taxi

- ¿a donde? - pregunto el taxista

- ¡el parque! - exclamó estrella. Y el taxi tomó rumbo hacia el parque.

Cuando llegamos page y nos bajamos rápidamente para ir en busca de la bebe.

- ¿¡AYUDAN AL TRASERO MORDIDO!? - Pregunto Eduardo

Yo voltie y volví al taxi para ayudarlo a salir, el taxista nos vio con una cara muy rara y nosotros seguimos nuestro camino. Recorrimos todo el parque y nada, no había rastro de kira por ningún lado.

- ¡dios mio no se que haré si no la encontramos! Sus padres me van a matar, me van a hacer cachitos - llore

El partidos como verán no termino muy bien...

Después de diez minutos jugando con emilio, una jauría de perros entró a nuestra pequeña cancha de juegos, un tipo venía detrás de esa jauría. Un perro enorme, más grande que Daniel, se lanzó contra Emilio demasiado fuerte y todavía el tipo que correteaba a los perros le pasó corriendo sobre el brazo de Emilio

cuidando a los corcega Donde viven las historias. Descúbrelo ahora