V

1.9K 291 80
                                    

En aquella cena de la noche compartida, habían quedado para tomar café juntos por la mañana, al igual que las últimas mañanas en las que Steve conoció al hombre del que se acababa de despedir. La cena en el comedor principal de la posada había terminado, sólo le dio un último trago a su bebida y se dirigió a su cuarto para encerrarse y pensar un poco en lo que acababa de suceder. Las charlas que habían tenido, las risas que habían compartido y las miradas que se habían dirigido, bombardearon los recuerdos de Steve.

Se había metido a la cama ya, para dormir y esperar la ansiosa mañana siguiente, pero no conciliaba el sueño, tampoco era algo a lo que no estuviese acostumbrado, eran muchas noches en las que Steve no podía dormir, pero muy pocas o incluso, nulas, eran las noches en las que no se podía dormir por estar pensando en alguien. No sólo estaba pensando en él, sino que estaba sumido en los recuerdos de él y no entendía por qué.

"Amor"

Era la palabra que le susurraba su corazón.

"No es amor"

Era lo que su cerebro quería hacerle creer.

"Sólo es atracción"

—¿Y eso es mejor?— Eso último lo había dicho en voz alta y suspiró —Creo que me gustaría que fuera amor

Sonrió suavemente mientras se giraba en la cama, se acurrucó entre las cobijas y se quedó dormido con el recuerdo de su nombre pronunciado por la voz de aquel hombre, Tony Stark, que le robaba los suspiros.

Había despertado realmente temprano esa mañana, hizo ejercicio, uno muy pesado que hizo que su cuerpo se cansara y sudara, así tomó la ducha más deliciosa que había tenido y una vez que se sintió listo y lo suficientemente guapo, salió de su habitación directo a la cafetería, pues aunque era una mañana fria y nublada sus planes no se iban a caer. En cuanto llegó a la cafetería se encontró con aquella linda sonrisa que le regaló el castaño. Tony ya estaba en el mismo lugar que siempre, en aquella mesa redonda al centro de la cafetería, con su taza de café en la manos. Steve también le sonrió y saludó con la mano, pero antes de dirigirse a su mesa fue a comprar el café en la barra.

—Buenos días, Tony— Dijo en cuanto llegó

—Buenos días— Esperó a que pronunciara de nueva cuenta su nombre pero se quedó ahí, en un simple saludo con una coqueta sonrisa —Pensé que me habías dejado plantado

—¿Qué? No, ¡nunca!

Tony rió —Tranquilo— Le tocó la mano con suavidad lo que sorprendió de más al rubio —Tiene poco que llegué

Tragó grueso —Ah. M-me alegra. Es que...— No se podía concentrar entre su mirada y el tacto de sus manos —Habían muchas personas esperando el baño

—Oh— Tony quitó su mano y la recargó en su mejilla haciendo que se viera aún más lindo y coqueto —¿Tu cuarto no tiene baño propio?

—N-no... No, no tiene

—Que mal, a de ser molesto

—No realmente, estoy acostumbrado a compartir baño. En el ejercito no tienes esos lujos

Tony sonrió y Steve suspiró —Supongo que no. Yo siempre he estado rodeado de lujos, realmente no sé que significa "compartir un baño"— Tony lo miró de aquella manera que parecía susurrarle romance y lo vio lamer sus labios

Sonrió nervioso y algo abobado —Bueno... Supongo que... Los, los lujos son por tanto trabajo que tienes

"Que bien desvías las indirectas, Rogers" pensó el castaño con una sonrisa —Sí, bueno, me gusta mi trabajo, es entretenido

—Me lo imagino, como para que no duermas o como para no quedarte un rato más en la cena— De encogió de hombros

Tony sonrió "Y que bien las lanzas" —Sí, sobre eso, te contare un secreto, ¿eres bueno guardándolos?

—Por ti podría llevarme secretos hasta la tumba— "¡¿Qué rayos dijiste?!" Se regañó mentalmente, pero en cuanto vio a Tony reír de ese modo tan lindo, se alegró de haber logrado esas risas en él

—Vale, vale— Tony aun tenia una amplia sonrisa que sólo pudo relajar con un trago de café —Yo debí de haberme ido de aquí hace días

—¿Cómo?

—Según vine a un viaje de negocios que no duraría ni una semana, pero entonces... No me quise ir

Steve frunció el ceño —¿Por qué?

Tony le sonrió —Fue el día que te conocí

—Oh, ah...— Se sorprendió por la respuesta —El día que me conociste... ¿Te ibas a ir?

—Sí, me iba a ir, era el ultimo día que había planeado de viaje, pero no sé... Supongo que me gustó la ciudad

—No es muy diferente a Nueva York

—Hey, no me arruines mis escusas

—Oh, lo siento

—Está bien, de cualquier modo tienes razón

Tony le tomó de nuevo a su café lo que le dio tiempo a Steve de preguntar —¿Y por qué sigues trabajando entonces?

—Esa es otra escusa. Me pidieron ayuda para reconocer algunas armas y me quedé un día más, luego alguien más quería ayuda y así me fui quedando más días y me fui llenando de más trabajo

—¿Piensas volver?

—No creo que pueda quedarme en una posada toda mi vida— Sonrió incrédulo —, pero supongo que... No, no quiero volver

Steve notó tristeza en su mirada y algo de vació en su voz, ese sentimiento lo conocía —No te gusta la vida de allá

—No es que no me guste, es que...— Tony pausó y miró a Steve, nunca antes había hablado sobre eso con nadie, ni siquiera con alguien cercano a él. ¿Por qué Steve le daba tanta confianza? ¿Por qué se sentía tan bien junto a él? —Bien, te contare otro secreto

—Okay... Te escucho

Tony sonrió —No me siento completo, ¿sabes?— Le decía con una sonrisa tonta, tomando un sorbo de café —Lo sé, lo sé, suena estúpido, pero... Es como si no me importara perder mi vida en Nueva York, como si... No valiera la pena, en cambio aquí, puedo pasar desapercibido, o al menos eso siento. Me ignoran y sólo soy uno más del millón. Aquí me siento yo mismo, sin fingir, sin sentir como si estuviera perd...

—Como si estuvieras perdido— Interrumpió —Como si sólo hicieras las cosas por hacerlas aunque no tuvieras una razón. Sentirte... Solo, aunque estés rodeado de gente

Tony escuchó esas palabras, sonrió levemente y entonces le sorbió a su café "Él lo entiende" pensó.

Un viaje de negocios {Stony/Au}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora