Capítulo XI

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Bautista convirtió a Maitena y a Lautaro en vampiros. Magalí, Thomas y Mercedes se dirigieron a buscar la cura en otro planeta, pero ante la gran tardanza, Marcos prefirió llamar a un arma mortal llamada Metalko. Mercedes, Thomas y Magalí regresaron a la tierra y ahora deben hacer que Maitena aspire la hierba azul en menos de un minuto, o será un vampiro por siempre...

 Metalko se dirigió hacia donde estaban los M-Men. Vio a Bautista. Fue volando hacia él con una velocidad mucho mayor a la de Maitena, y le dio un puñetazo en la cara.}

- ¡Agh...! – gritó Bautista lleno de dolor, mientras sus dos colmillos caían al suelo- ¡Maldito pedazo de chatarra! ¡Eso debe haber disminuido mis poderes a la mitad o menos!

Lautaro le dio un golpe al robot, pero éste ni se inmutó. Lo miró con sus ojos de fuego, agarró su puño con su brazo metálico, y empezó a golpearlo contra el suelo.

Marcos miraba desde lejos.

- Le vendrían bien unos lentes a ese robot, Lautaro y Bautista no son en nada parecidos. Ah, claro, si se pone lentes se queman- Metalko lo miró- ¡No me digas que tiene tan buen oído!

Mercedes lo congeló, pero el robot se descongeló al instante y le pegó un puñetazo.

- Eso debe doler- dijo Thomas, mientras esquivaba de los rayos que le arrojaba la tormenta creada por Maitena.

Marcos se sentó en una reposera que apareció de la nada, y empezó a beber una limonada, mientras veía la pelea. Magalí hacía lo mismo, pero desde la nave.

Mercedes le tiró hielo a Lautaro, éste usó su puño para destruir el hielo. Se le creó una gran herida en el brazo. Mercedes volvió a atacarlo, mientras Lautaro miraba desconcertado su brazo, por lo que pudo congelarlo (todo menos la cabeza). Lautaro se negaba a aspirar la hierba, por lo que Mercedes lo obligó a ver Yaoi y otros contenidos a los que él no estaba acostumbrado, hasta que aspiró finalmente la hierba azul.

- Dale, vamos, mirá como Pico lame su helado... Miralo... - murmuraba Mercedes entre dientes- ¡Aspirá la puta hierba, la concha de tu...!

- ¿Qué mierda pasó? - dijo Lautaro- estaba por ganar y Maitena... Ah, sí, me acordé. Bueno, poneme en situación, Mercedes.

- Bautista está desmayado y hay que destruir al robot gigante.

- ¿Cuántas posibilidades hay de que "robot gigante" sea una raza de gatos bonitos y no esa cosa súper fuerte que está allá?

{...}

Luciano y Francisco escaparon de Zeta y empezaron a caminar hacía, sin saberlo, la ubicación del poderoso Metalko. Ni bien el robot los vio, empezó a atacarlos. Lautaro los defendió, y Francisco se sentó a meditar y decir unas palabras raras en chino... Y Luciano corrió. Lejos.

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Continuará...

M-Men: Héroes de la galaxia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora