—Quita eso, estamos en el colegio. Ni siquiera está bueno.– Rezongo el rubio, mientras volteaba a ver hacía otra dirección. Le parecía algo muy indecente el ver porno en la escuela.
A pesar de que se encontraban lejos del edificio, debajo de un árbol que les atribuía algo de sombra.
—Pero mira a la chica.Es hermosa.
—No lo niego, pero esto se ve jodidamente actuado. Mejor vayamos por un bocadillo, creó que tengo algunos en mi casillero.
—Mientras sea gratis, yo te sigo.– Contesto su amigo mientras guardaba su teléfono en su chaqueta.
Se levantaron, sacudieron un poco su ropa y comenzaron a caminar directo al edificio.
Estaban a punto de ir a los casilleros, pero Jack sintió la necesidad de ir al baño.
—Ya mejor lárgate a vivir a uno de los cubículos.
—No jodas, ahora vuelvo, espérame.–Pidio para después entrar a este.
De nuevo tuvo que sentarse en el suelo a esperar a su amigo.
Comenzó a observar a los chicos que pasaban delante de él. Unos iban algo apresurados a entregar algún proyecto, o iban jugando con otros, algunos iban causando una gran algarabía por el pasillo. Y otros simplemente se tropezaban y caían.
—¿Eh?– Alguien realmente había caído con todo y su pila de libros.
Él no solía ser tan amable, pero si fue demasiado estruendoso el golpe que se escuchó.
De inmediato se acercó e intento ayudar a la chica. Se dio cuenta que era Elena.
Tenía fama de ser la chica más linda, sexy y amable de todo su curso. Inclusive en dada situación seguía luciendo espectacular.
Salió de sus pensamientos y se apresuro a recoger los libros al igual que ella. Los dos se levantaron y el le entrego lo que junto a la chica, manteniendo una sonrisa tenue.
—Gracias. Que amable eres...Dee ¿cierto?– Dijo ella sonriendo.
Justo en ese momento Jack estaba por cruzar la puerta del baño, pero decido no hacerlo para evitar arruinar el momento.
—Sí, ¿te encuentras bien, Elena?–El rubio evitaba exponer lo nervioso que estaba, aunque era inevitable.
—Claro. Lo que causó que la caída pareciera dolorosa fueron los libros.
—Que bueno. Por cierto ¿a dónde te dirigias?
—A mi salón. Estoy haciéndole un favor a mis compañeros...
—¡Elena! Que bueno que te encuentro, debemos apresurarnos, la maestra está por llegar.
—Ayudame en ese caso.–Menciono la chica a su amiga.Volteo a ver al rubio.— Gracias por ayudarme, nos vemos Dee.–Añadio mientras sonreía.
El menor se quedó pasmado por un momento.
—¡Amigo!Elena sabe tu nombre, dios, maldito suertudo.–Dijo mientras se acercaba a este.
Se sonrojo por un momento, no era algo que se pudiera asimilar demasiado rápido, pero no deseaba provocar un alboroto.— Vamos a mi casillero.
—¿Qué es lo que pasó?
—Evitemos a hablar de ello
—¡Cuéntame!
—No seas tan ruidoso, y apresurate que falta poco para volver a clase.
La campana sonó y solo pudieron comerse algunas galletas. Entraron al aula y se sentaron en su lugar.
Jack no entendía el porque su amigo no quería hablar sobre Elena, creyó que le estaba escondiendo algo.
El profesor entro y él se las arreglo para enviarle un mensaje de texto al rubio solo para molestarlo.
<<¿Cómo será Elena en la cama?>>
De inmediato el teléfono del otro sonó, captando la atención de Glam.
Dee saco su celular y vio el mensaje por debajo de la mesa, creyó que así la falta no sería demasiado grave.
—No me jodas.–Susurro mientras veía a su amigo.
El profesor se acercó al lugar del menor.— Dámelo.
<<Por favor,ahora no>> pensó Dee mientras cerraba los ojos.
—Lo guardaré de inmediato.–Dijo mientras intentaba meterlo en su bolsillo delantero.
—No, tienes que darmelo. Yo también ansío saber sobre el asunto tan importante que tenían que decirte.
Dee trago saliva, comenzo a sudar frío. Sabía que no habia salida, y lo mejor era evitar un drama, tal vez así el profesor tendría piedad de él.
Lo entrego, el mayor de inmediato pudo ver el mensaje que estaba en las notificaciones.
Miro a los ojos a su estudiante mientras sonreía un poco.— "¿Cómo crees que sea Elena en la cama?", si que es importante contestar este tipo de cosas. Si no mal recuerdo, por los pasillos se dice que Elena es la chica más bonita de su curso, ¿no?–Busco en la mirada del menor aprobación, este no contesto.
En ese momento sentía que todos lo iban a señalar como un degenerado.
—Pecoso, ella no te va a hacer caso. Así que evita hacerte ilusiones. Primero deberías verte en un espejo. Y se nota que no posees experiencia en este tipo de temas. Te apuesto a que ni siquiera has dado tu primer beso, que patético.– Sonrió y añadió.—Guárdalo. No quiero volver a verte utilizando tu teléfono.
Se lo regreso y de inmediato se acercó al pizarrón a anotar el tema del día.
Dee estaba pretificado. No sabía que era peor, el como lo humilló el profesor, o el como sus compañeros comenzaron a susurrar cosas a su espalda.
Su mente estaba en blanco. Y en un pestañeo toda su vergüenza se convierto en odio hacia el mayor.
—De tarea tendrán que realizar un ensayo sobre las minas que se encuentran en nuestro territorio, tomen en cuenta su producción anual y el como estás han afectado. Nos vemos en la siguiente clase.
Todos comenzaron a guardar sus cosas. Jack no sabía si esperar a su pecoso amigo, de antemano sabía que lo odiaba en ese momento. Se acercó a él y de inmediato este le dijo:
—Hoy me iré con mi hermano.–Se escuchaba serio, por lo que no opuso objeción.
Espero a que el salón quedará vacío. Su profesor seguía ahí.
Se levantó de su asiento. Glam sabía que se acercaría a gritarle.
—No es mi culpa que seas un maldito perver...– Sintió como el menor que estaba parado a un lado de su asiento,tomo su rostro para que lo volteara un poco y lo beso.
Era uno lleno de deseo. Podía sentir como el menor jugueteaba con su lengua. Él coordinaba el beso. Glam no tenía la menor idea de cómo hacerlo.
Dee se alejo, limpio su boca, y lo miro a los ojos.
—Me parece que el inexperto es otro.- Dijo para después dirigirse a su lugar, tomar su mochila y salir de dicha aula.
Glam estaba sorprendido. Su primer beso había sido con un alumno, lo peor es que no le incómodo. Estaba jodido.
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ℭ𝔬𝔯𝔡𝔢𝔯𝔦𝔱𝔬
Fanfiction"Dee es un chico de buenas calificaciones, que en su vida ha sido castigado en la escuela... al menos así lo era hasta que le tocó un curso con el profesor Sebastian Shvangenbagen (mejor conocido como Glam), que desde un principio le miraba con odio...