¡Por fin era verano! Y los habitantes de Karmaland lo hicieron notar, los ancianos comenzaban a sacar las sillas y tumbonas para disfrutar del calor veraniego que había en el pueblo, los niños salían cada tarde sin excepción a jugar en la plaza todos los días, disfrutando de la falta de clases y muchos vendedores aprovechaban la época para comenzar a sacar los mismos productos pero con ligeros cambios con toques más veraniegos para obtener dinero fácil.
¿Quién no ama el verano?
Pues había cierto híbrido en Karmaland que no lo soportaba, no porque odiase esas fechas o algo así, más bien era por el excesivo calor que, según él había.
Y es que no lo comprendía ¿Cómo los demás lo disfrutaban tanto? Es una época calurosa donde es super fácil quemarse, hace mucho calor, sudas mucho, la población de mosquitos aumenta, hace mucho calor, los vientos y tormentas veraniegas son el doble de fuertes que las de otras estaciones, ¿Mencionó ya que hace mucho calor?
¡Vamos que hasta Rubius que tiene bastante pelo lo disfruta y no siente calor! ¿¡Acaso es el único que se hornea en verano?!
Si de por sí pasaba bastante tiempo arreglando su apariencia en esa época lo hacía el doble por el exceso de viento y por como sudaba bajo el potente sol. Vamos que solo encontraba cosas malas en esa época. Y su novio lo sabía.
Sabía que esos meses no eran sus favoritos, de hecho sabe que los odia, sabía que por culpa de sus grandes y pesadas alas era mas propenso a morirse de calor, por lo tanto, siendo el buen novio consentidor que era, tendía a darle sus gustos, bueno, siempre lo hacía, pero era más común en esos días calurosos.
(...)
–¡Vege!– Exclamó el híbrido como si fuese un niño pequeño, estando acostumbrado a los mimos y la atención que le daba su pareja.
A los pocos segundos llegó el mencionado con lo que parecía ser una copa con helado y unas ligas, conociendo al mayor se acercó con naturalidad, dejando que el frío de la habitación con aire acondicionado rodeara su cuerpo esbelto, por más que su habitación compartida en su gran casa de las nubes estuviese completamente cerrada y con el aire en 20° grados el calor del exterior era notable en la habitación.
Se sentó junto a su pareja la cual estaba mirando una película sentado de piernas cruzadas sobre la cama, le pasó el helado y como era costumbre se sentó detrás de él, dispuesto a hacer algún peinado con su cabello, no es que sea alguien como Lolito que el cabello casi le llegaba hasta la cintura, apenas llegaba a sus hombros, pero aprovechaba cualquier oportunidad para demostrar sus dotes en peinados, jugando con el cabello de su pareja.
–A veces siento que te consiento demasiado, chiqui.– murmuró mientras sostenía una de las ligas negras, dando ligeros jalones en su cabello y armando una pequeña coronilla de trenzas como obra final, mirando orgulloso a su “obra maestra”.
–Pero si yo soy el que deja que hagas peinados y juegues con mi cabello.– exclamó con falsa indignación, dejando de darle atención a la película para dársela al menor, mostrando sus labios llenos de helado.
–Y yo soy el que deja que conviertas la habitación en un iglú mientras te traigo helado, dejó que mires películas todo el día y que subas la factura de la luz por el exceso de aire acondicionado.– reclamó con falso enojo el azabache, observando al mayor con una mirada llena de soberbia al saber que ganó la conversación.– además de hacerte peinados grátis.– acarició con ternura la parte trasera de su cabeza, haciendo referencia a la coronilla que logró hacerle.
–Ay, lo lamento triple siete, ¿Qué podría hacer para complacerle? Haré lo que sea.– el castaño le observaba de forma lasciva, era obvio que se refería a actos para nada cristianos, él solo le siguió la mirada y el juego, tomándolo por la cintura y sentándolo en su regazo.
–¿Lo que sea?– dijo en un suspiró cerca de su cuello, descolocando los sentidos de su pareja quien solo asintió con rapidez.
(...)
–¡Vamos Fargan! Esa puerta no se arreglará sola.– dijo con gracia mientras iba detrás del híbrido dándole “animos” para que termine de reconstruir la puerta que otra vez reventaron, faltando cada vez menos.
–¡Eres una rata asquerosa triple siete! Y sabiendo que me muero de calor.– hizo un puchero mientras colocaba los últimos bloques de la entrada.
–Dijiste que harías lo que sea para complacerme. Además te dije que podías venir con alguna falda y no quisiste hacerme caso.– alzó los hombros, fingiendo desinterés y haciéndose el tonto, aunque a los ojos de Fargan si lo era.
–¡Sabías que no me refería a eso! Y solo querías que use falda para verme el culo, que te conozco, rata.– lo señaló acusadoramente, aún con un potente sonrojo en sus mejillas, fruto del calor y la vergüenza.
Por más que discutieron un rato al final el azabache logró convencer a su pareja para que lo perdone, sabiendo que no había sido algo tan malo y es que así eran ambos, muy espontáneos y que disfrutaban de hacerse bromas así entre ellos.
Al final del día ambos volvieron a la gran mansión en la nubes del oji-morado, quien ahora llevaba al castaño en la espalda, sosteniéndolo de los muslos y teniendo que soportar sus berrinches, pero disfrutando de pasar tiempo con su querido búho.
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Ya sé, llegué un poco tarde a la week, ya que empezó hace dos días, pero no sabía si unirme o no y si iba a publicar esto o no, perdón ah- ;;;MisGustosCulposos, Thoke__14 voy a participar en su hermosa week con mis mierdas si no es molestia ah- (meencantaloqueescriben/gaypanic)
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FargettaWeek |Karmaland|
FanfictionUna semana completa de esta hermosa parejita, donde trataré de plasmar siete diferentes situaciones con los temas que salen en la week. La week fue creada por @MisGustosCulposos y @Thoke_14. Lamento la demora con esto /cries. Advertencia: Durante la...