Capitulo 3
Creo ver el esbozo de una sonrisa en su expresión, pero no estoy segura.
Chris —¿Quiere sentarse?
—me pregunta señalándome un sofá blanco de piel en forma de L. Su despacho es exageradamente grande para una sola persona. Delante de los ventanales panorámicos hay una mesa de madera oscura en la que podrían comer cómodamente seis personas. Hace juego con la mesita junto al sofá. Todo lo demás es blanco —el techo, el suelo y las paredes—, excepto la pared de la puerta, en la que treinta y seis cuadros pequeños forman una especie de mosaico cuadrado. Son preciosos, una serie de objetos prosaicos e insignificantes, pintados con tanto detalle que parecen fotografías. Pero, colgados juntos en la pared, resultan impresionantes.Chrisb—Un artista de aquí. Trouton
TN —me dice el señor Vélez cuando se da cuenta de lo que estoy
observando.TN —Son muy bonitos. Elevan lo cotidiano a la categoría de extraordinario —murmuro distraída, tanto por él como por los cuadros. Ladea la cabeza y me mira con mucha atención.
Chris —No podría estar más de acuerdo, señorita Rodríguez —me contesta en voz baja. Y por alguna inexplicable razón me ruborizo. Aparte de los cuadros, el resto del despacho es frío, limpio y aséptico. Me pregunto si refleja la personalidad del Adonis que está sentado con elegancia frente a mí en una silla blanca de piel. Bajo la cabeza, alterada por la dirección que están tomando mis pensamientos, y saco del bolso las preguntas de Abigail. Luego preparo la grabadora con tanta torpeza que se me cae dos veces en la mesita. El señor Vélez no abre la boca. Aguarda pacientemente —eso espero—, y yo me siento cada vez más avergonzada y me pongo más roja. Cuando reúno el valor para mirarlo, está observándome, con una mano encima de la pierna y la otra alrededor de la barbilla y con el largo dedo índice cruzándole los labios. Creo que intenta ahogar una sonrisa. —Pe… Perdón —balbuceo—. No suelo utilizarla. —Tómese todo el tiempo que necesite, señorita Rodríguez —me contesta.
TN—¿Le importa que grabe sus respuestas?
Chrisb—¿Me lo pregunta ahora, después de lo que le ha costado preparar la grabadora? Me ruborizo. ¿Está bromeando? Eso espero. Parpadeo, no sé qué decir, y creo que se apiada de mí, porque acepta.
Chris —No, no me importa.
TN —¿Le explicó abi… digo… la señorita Kavanagh para dónde era la entrevista? —Sí. Para el último número de este curso de la revista de la facultad, porque yo entregaré los títulos en la ceremonia de graduación de este año. Vaya. Acabo de enterarme. Y por un momento me preocupa que alguien no mucho mayor que yo —vale, quizá seis o siete años, y vale, un megatriunfador, pero aun así— me entregue el título. Frunzo el ceño e intento centrar mi caprichosa atención en lo que tengo que hacer. —Bien —digo tragando saliva—. Tengo algunas preguntas, señor Vélez. Me coloco un mechón de pelo detrás de la oreja. —Sí, creo que debería preguntarme algo —me contesta inexpresivo. Está burlándose de mí. Al darme cuenta de ello, me arden las mejillas. Me incorporo un poco y estiro la espalda para parecer más alta e intimidante. Pulso el botón de la grabadora intentando parecer profesional. —Es usted muy joven para haber amasado este imperio. ¿A qué se debe su éxito? Le miro y él esboza una sonrisa burlona, pero parece ligeramente decepcionado. —Los negocios tienen que ver con las personas, señorita Rodríguez, y yo soy muy bueno analizándolas. Sé cómo funcionan, lo que les hace ser mejores, lo que no, lo que las inspira y cómo incentivarlas. Cuento con un equipo excepcional, y les pago bien. —Se calla un instante y me clava su mirada hermosa esos ojos color avellana me ven
Tn—. Creo que para tener éxito en cualquier ámbito hay que dominarlo, conocerlo por dentro y por fuera, conocer cada uno de sus detalles. Trabajo duro, muy duro, para conseguirlo. Tomo decisiones basándome en la lógica y en los hechos. Tengo un instinto innato para reconocer y desarrollar una buena idea, y seleccionar a las personas adecuadas. La base es siempre contar con las personas adecuadas. —Quizá solo ha tenido suerte. Este comentario no está en la lista de Abi , pero es que es tan arrogante… Por un momento la sorpresa asoma a sus ojos. —No creo en la suerte ni en la casualidad, señorita Rodríguez. Cuanto más trabajo, más suerte tengo. Realmente se trata de tener en tu equipo a las personas adecuadas y saber dirigir sus esfuerzos. Creo que fue Harvey Firestone quien dijo que la labor más importante de los directivos es que las personas crezcan y se desarrollen
Espero les guste y me puedan regale una estrella
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✈︎50 𝕤𝕠𝕞𝕓𝕣𝕒𝕤 𝕕𝕖 𝕧𝕖𝕝𝕖𝕫 ✈︎ Imagina Con christopher
Romancetn Rodríguez es una chica que estudia la universidad con ella está su mejor amiga Abigail Kavanagh su amiga es de piel blanca cabello rubio rojizo es una chica que lo que quiere lo consigue y ella a quedado enferma de una gripe justo el día que tien...