Capítulo 3

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-sentí como punzaba mi cabeza, y por fin pude abrir los ojos...

-¡auch!, como, duele-toque una parte de mi cabeza parece que de ahí provenia un ejambre de abejas enojadas.

-¿donde estoy?, parece una habitación, espera lo olvidaba, ese chico... Vamos tengo que salir de aqui. Me quite una manta que tenia encima y me levante de la cama.

-parece que despertaste -esa voz de nuevo, venía de la oscuridad

-¿donde estas?

-aquí, en la esquina-me dijo temeroso

-¿que me pasó? Y, ¿porqué estas escondido?

-tu, corriste y te golpeaste la cabeza con una repisa, sangro así que yo le hice unas pequeñas puntadas... Y,me escondo porque tengo miedo, no quiero asustarte otra vez. -se escuchaba con un nudo en la garganta, el nudo que no te deja llorar.

-este chico parece bastante amable, me siento la peor persona del mundo.

-lo siento, mi intención no era hacerte sentir mal... Yo... ¿Porqué no empezamos de nuevo? -estire mi mano hacia aquel rincón, dirigida hacia una silueta flacucha y sentada.

-¿prometes no huir?

-es una... Promesa -dije con miedo

-la silueta se levantó y con un paso al frente reveló una de sus manos, entre más se acercaba, acarició mis dedos y después mi palma hasta sujetarla con dulzura.

-Castiel Fish, señorita-dijo de manera dulce y penosa

-Zelda Greco-retrocedí con su mano atada a la mía y entre más retrocedía más lo conocía

-el último rayo del sol reveló esos ojos verdes nublados, grandes y llenos de asombro, una piel muerta de tan blanca, un cabello largo y mixto en colores café y rubio.

Por un momento creí que estaba soñando, una visión o ilusión.
El tenía... Un gran hocico de perro, y no estoy hablando en sentido figurado, literal el tenia de alguna manera, eso... Unido a su piel.

-¿porqué?-pregunté mientras su mano y la mía se apretaban

-veo que no corriste..., esto, bueno... Mi padre el me dijo que así nací, y le creo, desde que tengo memoria me recuerdo así.

-Nuestras manos se desprendieron lentamente, mi corazón latia a mil por hora y podía escuchar como el de el igual.

-yo... Tengo que irme-recogí mi mochila que estaba en una cómoda pequeña de madera junto a la cama y escape

-¡Espera! -me sujetó nuevamente la mano-¿volverás?

-yo... -lo solté y huí.

CONTINUARA...


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⏰ Última actualización: Jul 21, 2020 ⏰

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