One Direction era la boyband más famosa y conocida del momento, sin embargo, también era la que más secretos tenía. Detrás de nuestras sonrisas contagiosas y nuestras miradas cariñosas se ocultaban una cantidad innumerable de secretos y momentos compartidos que eran casi imposibles de contar. Todos creían conocernos, creían que podían leernos como si fuésemos un libro abierto; ellas sacaban conclusiones y tenían opiniones acerca del porqué de nuestras acciones, miradas y sonrisas.
Y cada una era diferente y la mayoría errónea porque realmente nadie nos conocía como ellas juraban hacerlo.
Nosotros no éramos fáciles de leer. Todos éramos grandes actores, grandes mentirosos.
No estábamos orgullosos de todas esas mentiras, no queríamos hacerlo, pero teníamos qué. Nuestro contrato con M!M así lo decía y nosotros teníamos que cumplirlo, éramos simples títeres y ellos podían movernos a su antojo.
Nosotros no éramos los cinco chicos de la publicidad, no éramos los engreídos, egocéntricos y sin corazón. Nosotros no queríamos enviar mensajes de odio… Louis no quería eso. Nosotros simplemente éramos manejados para ocultar varios secretos “oscuros” que las fanáticas no aceptarían. No queríamos decepcionarlas y por eso nos dejábamos manipular de esa forma.
¿Recuerdan Larry Stylinson? ¿Recuerdan las innumerables de veces que nos hacían preguntas y ni Louis ni yo lo negábamos? Era una respuesta fácil, Larry Stylinson si existió en su momento. Éramos una pareja homosexual ocultada por nuestros managers para que la popularidad de la banda no se viniese abajo. Nosotros nos ocultamos del mundo durante mucho tiempo, nos alejamos, nos enojábamos, llorábamos y nos sentíamos totalmente impotentes ante la situación. Nos sentíamos vencidos y sin esperanza alguna por eso me di a la tarea de hacer lo que pensaba que era mejor. Louis y yo éramos jóvenes, éramos inmaduras y pensábamos que podíamos tapar la luna con un dedo, que podíamos comernos al mundo y vencer a cualquiera, pero eso era antes de enfrentarnos a la realidad, eso era antes de darnos cuenta de que pertenecíamos a la banda más famosa y habían ciertas reglas que nosotros ignorábamos. Louis y yo habíamos tomado la decisión que pensábamos que era la correcta, ambos teníamos la esperanza de que pronto todo el mundo sabría de nosotros y dejaríamos de ser un secreto. Podíamos demostrarnos cariño públicamente, hablar y reír juntos ante cientos de personas y todas ellas nos veían como dos mejores amigos adolescentes disfrutando de su sueño hecho realidad. Y así era.
Después las cosas se habían complicado y la gente comenzaba a sospechar, tal vez, sólo tal vez… si tenían el poder de leernos, pero no lo suficiente. Y por esa razón llego la muy conocida Eleanor Calder, la castaña de bonitos ojos y bonita figura y el nuevo icon de la moda adolescente según sus fans, yo jamás entendí como es que tenía fans. Era la chica de la cual nadie sabía nada y no tiene relación con nada. Eleanor era una chica normal, le gustaban las fiestas, fumaba y vivía su vida como cualquier de su joven edad hasta que le llegó la oportunidad de ser la beard para ocultar la orientación sexual de un integrante de la banda más famosa, ella había aceptado e incluso, hacía bien su trabajo o por lo menos lo intentaba.
Habían salido muchísimos rumores con el tiempo, acerca de que tenía una gemela y una era la que salía con Louis en los eventos sociales y la otra era para ser fotografiada por las calles. Resultaron análisis comprobándolo, pero nada fue cierto, simplemente pasó a ser un rumor más. Después comenzó a parecer sospechoso que no se supiese nada de su vida, muchos rumores habían circulado acerca de cómo se habían conocido y en donde trabajaba; el más ridículo era el que decía que yo los había presentado y ella era una vieja amiga mía. Y su supuesto contrato con Hollister, rumor que tuvo que ser desmentido porque no había nada que dijese que era verdad, aunque eso era lo que M!M quería hacer creer.
