Capitulo 7

391 13 0
                                    

- Hola, Catalina. Saluda muy amablemente el chico

- Hola. Conteste secamente y sin amabilidad con una ligera cara de desagrado

- ¿Que te pasa, Cata?

- ¿Que pasa de que?. Voltee a verlo y lo mire fijamente a esos hermosos ojos.

- Me sorprendí demasiado verte en función, pensé que ya no regresarias aquí

- No regrese al circo por ti y lo sabes, si Naide quiere venir yo la tengo que acompañar.

- Cierto, eso lo había olvidado.

- Tu todo olvidas, no es cierto?

- No todo, no he olvidado lo bien que la pasábamos un año atras cuando viajaste esa temporada para verme.

- Un año antes, si la pasábamos bien pero un imbecil arruino todo cuando me cito en esa plaza, en ese café.

- Lo siento, Catalina. Cuando mire que saliste corriendo de ahí, salí directo a buscarte pero tu ya no estabas.

- Esperabas que me quedara después de lo que acababa de ver?

Iba acercándose poco a poco, lo sentía tan cerca de mí que mi corazón de un momento a otro comenzó a latir cada vez más fuerte y de repente sentí que mi corazón dejo de latir, no sabía porque razón, cuando lo sentía más cerca no podía reaccionar, nuestros labios se juntarían de un momento a otro y eso me desagrada bastante, estábamos a unos cuantos centímetros si digo que eran 15 centímetros estaría mintiendo porque era mucho menos. 

Sentía de todo en ese momento, emoción, asco, nauseas era todo revuelto en un mismo lugar llamado estomago…. Sentía  como si todos en el lugar me miraran, pero no, no debo pensar que me gusta el solo quiere lograr un objetivo y su objetivo es que yo caiga para que pueda jugar a su antojo pero no lo va a lograr no otra vez. Porque se acerca tanto? Debo dejar de cuestionarme mentalmente debo pensar en cómo alejarme de él, estamos a tampoco centímetros.

En mi mente sentía voces como diciendo: Pero vamos Cata acorta la distancia y bésalo te mueres por hacerlo……. y si tal vez moría por hacerlo sus labios tenían un rosado muy lindo, pero sabía que no podía seria como si me estuviese condenando a mi misma a castigarme, al intentar por lo menos acercarme más y besarlo.

Mi superboyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora