𝐈𝐧 𝐭𝐡𝐞 𝐦𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞 𝐨𝐟 𝐭𝐡𝐞 𝐧𝐢𝐠𝐡𝐭 [𝐉𝐚𝐞𝐃𝐨]

𝗍𝗐𝗈.

A simple vista, la idea del tailandés no parecía ser mala ni que terminase teniendo consecuencias nefastas, sin embargo, Jaehyun no sabía si iba a ser capaz de incorporarse e ir buscarle para entablar una conversación civilizada.

—Venga ya, Jaehyun, mírate, podrías tener a quien quisieras. ¿Por qué crees que John te pide que modeles en varias ocasiones? Porque eres guapísimo, un dios griego, un rey, un mastodonte— Ten suspiró exaltado, intentando subirle el ánimo al menor para que hiciera ese, pequeño según él, favor.

—¿Qué puede salir mal?— Pensó Jaehyun antes de ponerse en pie, mostrando una sonrisa de lado para demostrarle a los otros dos que podría hacerlo bien y no tendría dificultades para ello, sin embargo, todavía seguía algo inseguro.

—¡Ese es mi amigo!— Exclamó el tailandés animado, llamando la atención de varias personas a su alrededor— Dale tigre, sé un fiera como yo te he enseñado, sé mi orgullo, mírame a mi que...— John dirigió una de sus manos a sus labios, impidiéndole que pudiera seguir hablando, antes de que soltara algo indebido, porque sí, Chittaphon era capaz, y se quedaría tan tranquilo como si nunca hubiera dicho nada.

—Está bien si no quieres hacerlo Jae, no pasa nada— Tras escuchar eso, el chico que había ingeniado aquel plan, quería quejarse, intentando quitarse la mano que estaba encima de su boca— Y tú, Ten, creo yo que ya has hablado mucho por hoy— Rió divertido al ver al otro forcejeando para librase del agarre, acto inútil porque la fuerza del americano era superior.

—No, puedo hacerlo, es una tontería de todos modos— Jaehyun trató de restarle importancia, girándose antes de que se arrepintiera y volviese a tomar asiento.

Él mismo lo había dicho, si no le conocía; se iba a arrepentir, así que, se podría decir que el plan de Ten le había dado una pequeña excusa para ir con él.

Recordó las palabras del tailandés en lo que buscaba al muchacho con la vista.

—Simplemente tienes que acercarte a él y presentarte con el nombre de la empresa. Después, le cautivas hasta que no pueda decirte que no, ¡y pum! Acepta tener una entrevista con nosotros— Sus palabras habían sonado tan auténticas y sinceras que no había siquiera un pequeño rastro de broma en ellas.

John le dijo que era ridículo, que si quería que trabajara para ellos tenía que contraer una cita con su manager. Sin embargo, Chittaphon había utilizado el arma secreta que él mismo Jaehyun le había brindado sin percatarse, pues le recordó que sería su mayor oportunidad para conocerle y tener un contacto más cercano con el joven.

Salió de sus pensamientos en cuanto localizó al modelo en la barra, estaba de pie mientras mantenía una animada conversación con uno de los empleados, parecía como si se conocieran desde antes, eso o el chico podría mostrar un lado amable y simpático a todas las personas, a pesar de que no se conocieran de nada.

—Un vodka smirnoff, por favor— Se dirigió al trabajador con una sonrisa, apoyándose al lado derecho del chico al que debía hablar.

—Tienes buen gusto— Para sorpresa del menor, fue Doyoung quien empezó la conversación.

Poseía una voz suave y agradable, de las que te podrías quedar escuchando durante horas y te sentirías en el mismísimo cielo. Jaehyun giró la cabeza para poder observarle, si de lejos ya se veía como la viva imagen de la perfección, de cerca era como recibir una estaca en el corazón.

Tenía unos ojos rasgados, una pequeña y fina nariz, sus labios eran delgados y, en sí, todos sus rasgos le recordaban a un conejito, no sabía si ese pensamiento se debía a que estaba enloqueciendo por su belleza o porque realmente tenía una cierta similitud con aquel animal.