**EN LA PISTA DE HIELO**

ONE SHOT

Izuku pov.

Llevaba toda su vida ahí en ese pueblo y lo único que seguía amando de él, era poder bailar sobre el hielo, aunque claro las burlas en todos estos años no se hicieron esperar pero no iba a dejarlo todo por eso. Sin embargo casi lo dejo por el lugar donde patinaba al parecer el dueño estaba realmente en problemas pero al final una pequeña luz de esperanza me permitió seguir patinando en este lugar, aunque no fue nada grato el resultado, pues las burlas volvieron.

El dueño pudo seguir solo si aceptaba al equipo de hockey de la región y aunque teníamos horarios diferentes, las pocas veces que llegaban antes o que nos íbamos temprano las burlas volvían. Claro pensaban que los hombres en el lugar no hacían un deporte como tal, vaya que tenían bien arraigados sus instintos. Sin en cambio aquel día que decidí permanecer más tarde en el lugar terminando mi rutina para las siguientes competencias fue cuando mis ojos lo vieron a él, una bestia que me devoraba con la mirada.

Katsuki pov.

Durante malditos años nos mudamos una y otra vez por el trabajo de la vieja bruja de mi madre, mi padre el inútil decidía apoyarla una y otra vez en lo que cumplía su sueño, fue entonces que mi temperamento era un problema para ellos que decidieron meterme a una estúpida clase extracurricular pero valió toda la maldita pena.

Al parecer era demasiado bueno que al final de pocos días cada vez que nos mudamos, la vieja bruja buscaba el mejor equipo de la región y la estrella de ese equipo pasaba directamente a ser cambiado por mi, no tengo la culpa de que sean unos malditos inútiles y así fue como los malditos de mi mismo equipo me odiaba y alababan a la vez. 

Pero todo cambió cuando finalmente la vieja bruja logró su sueño y finalmente con esa voz autoritaria dijo que volveríamos a su pueblo natal, el jodido problema es que a mí edad ya entraba en equipos locales para competencias mayores y en dicho pueblo el maldito equipo decaía por no tener dónde entrenar. La vieja bruja entró en acción no quería que mis malditas debilidades decayeran y logró un trato con la aposta principal del pueblo y el equipo de hockey. El problema fue que compartimos pista con los malditos de patinaje artístico. No fueron muchas veces que me los tope es decir realmente eso era un deporte?.

Pero una sola persona de todo ese maldito grupito me cerró la boca con su rutina, mis ojos no se despertaban de él incluso después del final cuando nuestras miradas se conectaron, maldito seductor.

Fin de los pov.

La oleada en ambos fue demasiado intensa que Katsuki ni siquiera noto cuando sus compañeros le hablaban por su parte Izuku solo siguió su camino a la salida de la pista para marcharse pues ya era hora. Ambos con un nervio recorriendo su cuerpo supieron el nombre del contrario por como sus respectivos compañeros les llamaban más sin en cambio jamás cruzaron palabra.

Durante los siguientes días ambos siendo conscientes levemente de la existencia del otro llegaban más temprano o más tarde por unos minutos solo para verse mutuamente, pero jamás directo, eran discretos en cuanto a ellos como si no quisieran levantar sospechas, un pequeño secreto entre ambos.

Fue así como se hizo rutina durante semanas en que ambos se preparaban para las competencias locales que decidieron finalmente cruzar un poco la línea 

Ambos se las habían arreglado para entrenar cuando no hubiera nadie en el lugar, cada uno con su respectivo entrenador logrando así que estos les dieran la llave del lugar, pero la primera noche en que hicieron eso ambos cometen muchos errores.

Tal vez eran los nervios que ambos tenían, la emoción de ser observados, tal vez y posiblemente lo vergonzoso que era saber que ambos estaban solos en el lugar. Fuera lo que fuera no podían dejar de verse y así de la nada pasaron tres días