El otro lado | spiderson

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Hace siete meses

Habían pasados dos semanas desde que vivía con el Doctor Strange, si bien vivir juntos no fue tan malo no podía evitar extrañar a May. No podía evitar extrañar despertarse en su pequeña habitación con el olor al desayuno quemado, los besos de May, o sus pasos apresurados por llegar tarde. Todo en su interior gritaba lo mucho que extrañaba la sensación de familiaridad. Pero ya nada era así, porque habían pasado cinco años y May estaba muerta.

Oh dioses, ya nada era lo mismo.

Ya no más tailandesa, ya no más maratones de películas, ya no más quejas por pasar el toque de queda, ya no más nada, ya no más May.

¿Y el señor Stark? No sabía cómo sentirse al respecto, Pepper le dijo que Tony hizo lo que hizo por él, que creo una máquina del tiempo para recuperarlo ¡Una locura! Y sin embargo, eso sólo lo empeoró. Le hizo sentir culpable, una culpa horrible dentro de su estómago, porque al final estaba de vuelta pero... ¿A qué costó? Si el señor Stark ya no está, lo vio morir, escuchó sus débiles latidos detenerse. No iba a volver, no iban a escuchar música mientras estaban en el laboratorio, no más regaños por estar fuera con el traje a altas horas. Se sentía mal, no creía que podía seguir viviendo sin ellos.

Peter rodó en su cama por quinta vez en la noche. Tenía muchas pesadillas, demasiadas, algunas viejas de cosas que había olvidado y no quería recordar, otras de su muerte en Titán, le recordaba lo mucho que dolió, y luego la muerte del señor Stark. Suspiró con frustración después de levantarse de la cama, no podía ponerse el traje, tampoco creía que el Doctor Strange lo dejara salir. El traje igual tenía demasiados recuerdos, buenos y malos, y no tenía el valor para ponérselo y ser Spiderman, total Spiderman no salvó a dos de sus familiares.

Fue a la cocina para beber agua pero se detuvo a medio camino cuando un llanto débil provenía detrás de la habitación del Doctor Strange. La verdad es que él no se había movidos mucho de la casa, sólo fue a la cocina, el baño y su habitación. Aunque el Doctor había dicho que se lo tomará con calma, Peter no podía hablar con nadie. Ni siquiera sabía que fue de Ned y MJ, ya que no tenía celular.

Pero no le importaba.

Ya nada lo hacía.

Se sentía como un muerto en vida, respiraba, comía algo para mantenerse, pero nada más.
No parecía el chico que todos habían conocido, no más risas, divagaciones y sonrisas. Era un chico deprimido, cansado, con ojeras y ojos viejos, callado y desordenado.

No era vida.

Miró la puerta del Doctor Strange con conflicto, él hombre lo había consolado después de varios ataques de pánico y ansiedad. También hace dos días lo despertó de una pesadilla. Y aunque el Doctor no parecía muy bueno consolando o vacilante al principio, lo intentó. Le compró más ropa, le dio de comer y consiguió la tutela rápidamente para que pueda quedarse con él hasta que sea mayor de edad.
Así que... Tenía sentido que él pudiera ir a ayudarlo, no era tonto, se dio cuenta de que la muerte del señor Stark lo afectó al nivel casi de Pepper Potts. Con pasos tímidos y lentos se fue acercando a la puerta.