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Tal como le había dicho la enfermera, SeungMin no tuvo más opción que regresar a su hogar.

Esta vez no gastaría su valioso tiempo llorando, había algo mejor que eso para hacer por el Pelinegro. Tal vez no se oía como algo 100% efectivo, pero en ese momento pedir desde el fondo de su enamorado corazón que todo saliera bien para HyunJin era lo mejor que podía hacer.

Estaba de espaldas sobre su cama observando el techo, recordando todo lo que había sucedido con HyunJin hasta ese entonces. Era increíble, podía sentir aún sus suaves manos sobre las suyas, podía incluso sentir su cálidad compañía al lado derecho de su cama, sentía también que al girarse se encontraría otra vez con sus bonitos ojos negros y su dulce sonrisa. Quiso llorar en ese momento, porque todo aquello sólo lo sentía, y nada le garantizaba que en realidad pudiera suceder.

Revisó su celular y notó que habían pasado apenas veinte minutos desde que llegó a su casa.

¿Tardarían demasiado?,¿HyunJin estaría bien?, si no despertaba, ¿lo desconectarían? Entre esas dudas y miles más, SeungMin se durmió.

Debido al sonido de su celular SeungMin despertó un par de horas más tarde. Vio el nombre de la enfermera en la pantalla y no dudó ni un segundo en contestar. Esta le explicó que, efectivamente, HyunJin estaba mostrando señales de querer despertar, como si estuviera luchando por su cuenta en donde sea que se encontrara, pero que aún no era seguro que lograra despertar. De todos modos, las esperanzas de SeungMin regresaron cuando la enfermera le dijo que el tema de desconectarlo había sido cancelado, pues ahora se enfocarían solo en ayudarlo a despertar.

Faltaba sólo media hora para el horario de visita, por lo que SeungMin tomó su abrigo, una bufanda y se dispuso a salir de su hogar, sin notar la presencia de su madre en la sala de estar.

ㅡ¿A dónde vas, Min? Últimamente estás saliendo demasiado, y sin avisar ㅡ SeungMin se detuvo en seco y tragó saliva. Su madre tenía razón, el nunca le decía nada. Tal vez era el momento de hacerlo, antes de ir a visitar a HyunJin.

ㅡEn realidad tengo algo que decirte ㅡ se sentó en la silla, justo al lado de su progenitora ㅡ Mis salidas diarias se han debido a algo muy muy importante. Verás... Hace un tiempo conocí a un chico, no llevamos más de un mes conociéndonos, pero se ha vuelto muy importante para mí. Ese chico actualmente está hospitalizado, y lo he estado visitando a diario ㅡ si bien no era la historia original, no había mentido en nada.

ㅡ¿Por qué nunca me lo presentaste?

ㅡN-no alcancé ㅡ suspiró con tristeza.

ㅡMi niño... Me alegra mucho tener a un hijo con un corazón tan grande, y me hace muy felíz que visites a tu amigo, pero quiero que me digas las veces que salgas, me preocupa que pueda pasarte algo, igual puedes pedirme ayuda cuando necesites, lo sabes ㅡ SeungMin sonrió con ternura mientras una lágrima corría por su mejilla.

ㅡLo sé, mami. Muchas gracias... Ahora iré a verlo otra vez, así que regresaré un poco tarde ㅡ la mujer asintió y depositó un beso en la frente de su hijo.

ㅡCuídate mucho, te quiero.

ㅡ¡Te quiero más! ㅡ se sentía un poco mejor después de contarle a su madre, y de saber que ésta lo apoyaría siempre.

SeungMin salió rápidamente de su hogar, pues se había atrasado un poco hablando con su madre.

La enfermera Jung lucía un poco seria cuando SeungMin llegó ahí, pero de todos modos sonrío al verlo.

Caminaron juntos hasta llegar a la habitación de HyunJin, SeungMin suspiró al ver al Pelinegro en la misma situación.

ㅡSé que luce como si nada hubiera pasado, pero en realidad ha estado dando demasiadas señales de vida ㅡ confesó con voz esperanzada.

¡Despierta, Estúpido Hyunjin! ㅡ《HyunMin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora