Engañada

96 7 0
                                    


No podía creer lo que me estaba pasando. Era ilógico pensar que el novio de mí mejor amiga Tetsuya me estuviera coqueteando, sé que soy una mujer irresistible, con mis curvas bien definidas y muy buenos atributos para envidia de las demás chicas. Oh!! Y eso que mí ego no es el que habla, lo dicen todos apenas hago presencia.

Pero no puedo creer el descaro que tiene aquel guapo pelirojo, con esa mirada que me llama a lo prohibido y ni hablar de aquel esculpido cuerpo, que con esa musculosa y bermuda deportiva todo sudado, dan rienda suelta a mí imaginación – sonríe, relamiéndose los labios – me golpeó mentalmente, concéntrate, debes ignorar esas miradas y más que todo aquella sonrisa tan luminosa, es el novio de tu amiga y no cualquier amiga Aomine Daiki. No vas a arruinar una amistad por un guapo y sexy pelirojo, aunque si lo vemos desde afuera, no entiendo cómo ese sexy idiota sale con Tetsu – hace un gesto pensativo, sentada en las gradas mientra observa como aquel joven y unos amigos más juegan al basket – es decir, no tienen nada en común.

A Tetsu no le gusta el basket y al idiota le fascina tanto como a mí, ni hablar de la manera en la que juega es como toda una bestia salvaje dispuesto a todo. Cuando Tetsu me lo presento hace una semana, no me caía bien y el sentimiento era mutuo, pero cuando hablo de basket llamo mí atención y de inmediato entable conversación con él, hablando horas sobre ello y quedando para jugar al día siguiente. Si no fuera porque Tetsu se había cansado de ser desplazada no me hubiera acordado que estaba quedando en una "cita" para jugar con su novio. Allí fue la primera advertencia para mantener distancia.

A Tetsu no le gusta la competencia, incluso cuando yo la retaba, se rehusaba. Y eso era aburrido, pero a su novio le encantaba. Recuerdo que habíamos dejado a Tetsu con sus malteadas favorita, para luego él y yo dirigirnos a una mesa. Y comenzar con nuestro reto ¿De quién como más hamburguesas?. Terminamos satisfecho con un pequeño rastro de salsa en el rostro de ambos y en un ataque de risa comenzamos a señalarnos y a burlarnos del contrario. Y fue Tetsu el que decidió cortar ese ambiente para llevarse al pelirojo. Allí fue la segunda advertencia cuando aquel idiota se acercó a despedirse y no lo hizo con un gesto de mano, mucho menos con palabra, fue un sutil beso en la mejilla derecha para luego colocarse en frente de mí y sonreírme como idiota, provocando un sutil rojo en mi piel.

No entiendo el porqué juntarnos en el cine a Tetsu no le gusta y mucho menos las películas de acción, porque yo no pensaba pagar por una comedia romántica. Y supe que era por el pelirojo que le gusta ir a ese lugar. Y allí fue la tercera advertencia, estoy segura que fue la decisiva, cuando los tres quedamos en ir al cine.

Lo que todos destacan es que soy muy poca femenina y eso no le discuto a nadie, pero por alguna razón esa vez, esa noche antes de salir al día siguiente, había preparado un conjunto.

Una camiseta en "U" color negra y roja, con un shorts negro y tiras intercalando el color de la camiseta. Y por último un par de tenis nuevos, la versión en mujer de mí jugador favorito de basket – sonríe – y como a mí no me va lo de recogerme mí cabello azul eléctrico que me llega a la cintura, decidí en esa ocasión llevarlo suelto. Después de todo no estoy por jugar a un partido.

Y con ello en orden, pude dormir aquella noche esperando volver a ver esos ojos rojos.

Y para mí sorpresa al día siguiente fue al único que vi, Tetsu no lo acompañaba y una alarma sonó en mí cabeza. No le preste atención, cómo ya estábamos allí decidimos entrar. Elegimos una película de acción que nos gustara a ambos, no fue difícil la decisión y luego compramos palomita.

Pensé que iba a ser incómodo, ya que no estaba Tetsu, pero fue todo lo contrario. Ambos disfrutamos la película y cuando terminó en todo el trayecto hasta una pizzería comentamos lo que nos gustó, cómo podíamos haberla mejorado como si fuéramos los directores de cine más reconocidos. Y en medio de nuestra cena, aquella pizza de queso, nos ayudó a conocernos más, hablamos de todo un poco. Pero todo tiene un fin y ese fue cuando el me llevo a casa. Estaba nerviosa y no sabía el porque, esa molesta alarma en mí cabeza comenzó a sonar con más fervor.

Y allí parada en la puerta de mí casa comprendí el porque, aquel idiota me sujeto de la cintura con delicadeza como si me fuera a romper y gruñí en medio del beso que él me estaba dando. Y entre mí gruñido y su sonrisa, porque estoy segura que supo el por qué gruñí. 

Nos separamos un momento y el mundo sabe que quiero un montón a Tetsu, es como mí hermana, pero en mí defensa debería encerrar a este idiota. Está vez fui yo quien lo beso, enredando mis brazos en su cuello. Allí supe que estaba perdida y era la peor amiga del mundo.

Y la culpa no me deja tranquila, es decir se que no tienen tanto en común, es más, Taiga tiene más cosas en común conmigo. Pero el habernos besado no me deja tranquila y más cuando aquel idiota me sonríe como si el mundo fuera únicamente yo, no me quejo pero no es mí novio. Y encima llevamos una semana de conocernos y ya puso mí vida cabeza abajo.

Oh!! Y para rematar aquel idiota se acercó y me beso delante de Tetsu, osea que descaro. Allí reaccionó y apartó a Taiga, este me mira como diciendo porque. Y le iba a contestar si no fuera porque Tetsu nos felicitaba, pensé que era ironía, hasta que Taiga dijo que deje de avergonzarlo y mí amiga dice que para eso eran primos.

¿Cómo que primos? – la joven los mira incrédula –

Ups!! Me descubriste – Tetsu sonríe – quería que conocieras a mí primo y como estoy segura que pensaste que era mí novio. Te aclaro que nunca dije que él lo era.

Si lo hiciste – exclama Daiki – me dijiste que venía tu novio y me lo ibas a presentar

Y si vino – refuta la contraria – solo que aún no te lo presente, además no me preguntaste si él – señala a su primo – era mí novio y deberías haber notado que no estábamos empalagosos y mucho menos nos besamos

Y con ello caí en la cuenta de que fui engañada. Pero cuando Taiga se acercó sabiendo la verdad y me rodeo con sus brazos me dio lo mismo ser engañada, pero contrario a lo que creía cuando pensé que salía con Tetsu, yo sí lo voy a encerrar para que nadie me lo quité.

KagaAo (Recopilación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora