Coincidencias

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Iba caminando rápido por todas las calles sin ver a ningún lado, sin mirar a la cara las personas, miles de lágrimas recorrían mis mejillas, empecé a escuchar gritos a mis espaldas seguí caminando sin prestarle atención, cuando fui a dar la vuelta en la esquina mi cabeza chocó contra el pecho de alguien haciendo que levantara mi cara mojada de lágrimas
— Mujer pero a ti que te pasó? — pregunto una chica como de mi edad

Sin darle respuesta iba a seguir mi camino cuando su brazo atajó mi cuerpo
— Déjame pasar — exijo
— No!, estas bien?, puedo ayudarte en algo?, te llevo a mi casa ay estarás mucho mejor — dice la chica un pco preocupada
Lo pienso por unos segundo, y llegó a la conclusión de que ella es mi única salida.
— Si, vamos a tu casa — Digo agachando la cabeza.

Me toma de la mano y me encamina por unas calles, después de varias cuadras se detiene en frente de unos edificios, sin soltarme saca la llave y nos adentra al apartamento, todo estaba perfectamente desordenado valla que desorden.

— Disculpa el desorden no he tenido tiempo de ordenar todo este desastre —
Asiento con mi cabeza para sentarme en uno de los muebles, la chica desapareció de mi vista y las lagrimas se dieron pasó por mis mejillas, después de unos minutos volvió a mi vista con una taza en la mano.

— Cuéntame chica¿ porque lloras?, ¿quién te hizo tanto daño? — Me decía extendiendo la taza a mis manos.
— Mi ex novio, mi novio no se ya que somos — Digo entre mar de lágrimas.

— Me presento soy Cheryl, tengo 19 años y estoy trabajando en una empresa, y valla que el chico si te hizo daño, sabes seas quién seas el no debió hacerte el daño que te hizo, por esas razones es que soy lesbiana —

Al escuchar que era lesbiana se me hizo un poco raro, claro por eso me dio su ayuda

— Yo soy Ana tengo 19 años también y no se si sea bi o hetero, nunca he intentado nada con una mujer —
— Chica de lo que te pierdes, y tu andas llorando por un hombre que no vale la pena —
— Jajajaja, pues no lo sé — Dejo de llorar
— Si quieres puedes pasar los días que quieras acá para que no regreses a la casa del chico ese —

— Gracias pero no tengo nada que ponerme así que lo mejor sería que regrese a buscar todas mis cosas y buscar un apartamento para mi sola —
— Tu por eso no te preocupes por eso tomate los días que quieras, puedes utilizar mis cosas —
— Que linda pero eso sería tomarme mucho atrevimiento —
— Claro que no para eso estamos las mujeres para ayudarnos entre nosotras —
— Gracias por todo — Me acerco a ella y la abrazo.

Pasaron las horas hablando con ella y me enseñó todo su departamento, es muy amplió, me contó muchas cosas de relativismo que yo a ella.

Al llegar la noche me da una pijama y me señala el baño para que me cambié, con toda la pena del mundo le pregunto
— Disculpa no tienes toallas higiénicas, es que estoy en mis días —
— En el baño hay, y eso explica por qué todo el humor —

Después de cambiarme salgo del baño me dirijo a la sala, la chica me mira de arriba a bajó con los ojos un poco  sobresaltado
— Si quiere duermes en la habitación y yo acá en la sala —
— No yo debería dormir acá está es tu casa —
— Claro que no tu eres la invitada, o bueno si te parece podemos dormir las dos en la habitación —
— Por mi no ay problema —

Cheryl se encaminó a la habitación, fui a tras de ella hasta entrar a la habitación, ella se sacó la camisa y se tiro en la cama, sigo sus pasos sólo que no me quito la camisa, después de un rato acostada en la cama siento como Cheryl pasa su mano por mi  cintura y me acerca a ella para quedarse dormida, el calor de su cuerpo choca contra él mío para lograr quedarme dormida.

Perdí mi virginidad con mi CrushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora