•Día 7 : Hogar

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La tarde cayó pintando las tonalidades del cielo a unas más rojizas, el viento comenzaba a sentirse frío, deseaba llegar pronto a su agencia para finalmente regresar a casa

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La tarde cayó pintando las tonalidades del cielo a unas más rojizas, el viento comenzaba a sentirse frío, deseaba llegar pronto a su agencia para finalmente regresar a casa. Algunos niños lo detuvieron en el camino para pedirle que le autografiaran sus cuadernos, a Shoto le agradaba bastante el brillo en los ojos de los infantes al verle, le hacía recordar la ilusión con la que también miraba al símbolo de la paz cuando era pequeño. Estaba feliz de que sus manos sirvieran para proteger a las personas, eso era lo que siempre había deseado.

El día había sido bastante tranquilo a comparación de otros, sólo se encargó de patrullar las calles cercanas; después de todo ese también era el trabajo de un héroe y estaba gustoso de cumplirlo. Aunque le hubiera gustado que su descanso coincidiera con el de Izuku para que pudieran celebrar su cumpleaños juntos, se sentía algo desanimado, no pudo felicitarlo durante la mañana antes de irse a trabajar ya que el peliverde estaba profundamente dormido y a Todoroki le gustaba mucho cuando se encontraba descansado tranquilamente, por lo que no tuvo intención de despertarle.

Cuando pudo divisar la agencia apresuró el paso percatándose de que ya se podían ver algunas estrellas adornando la noche, tal vez se demoró más de la cuenta mientras pensaba en cierta personita. Al adentrarse al lugar otros compañeros héroes le saludaron casualmente por el pasillo, entre ellos estaba Kirishima quien estaba a punto de irse al igual que él.

—¡Todoroki, buen trabajo!—El pelirrojo le saludo con una sonrisa al mismo tiempo que se retiraba el traje de héroe.

Sus casilleros eran cercanos el uno del otro, por lo que era casi costumbre que mantuvieran pequeñas conversaciones diariamente.

—Buen trabajo, Kirishima.—El bicolor asintió mientras imitaba la acción de Eijirou.

—¿Hoy es cumpleaños de Midoriya, verdad? ¡Mandale mis mejores deseos! Estoy ansioso de verlo en su fiesta.

—Lo haré, será en casa de Uraraka e Iida, olvidó decirlo pero ahora lo sabes.

—Claro, nos veremos mañana entonces.—Respondió animado mientras acomodaba sus pertenencias en una mochila.

Kirishima miró mas detenidamente a su amigo, desde que llegó había notado que respiraba pesadamente, se veía cansado y sus movimientos eran lentos.

—Oye, ¿Estás bien? —Inquirió preocupado acercándose al más alto.

—Sí.—Todoroki resopló.

—Estás mintiendo, ¿Qué tienes? —El muchacho puso una mano en su frente, se alarmó al sentir como su compañero estaba con la temperatura alta.—¡Todoroki tienes fiebre!

No respondió, se sentía bastante cansado hasta para mantenerse de pie.

***

—¡Yo también te quiero, mamá! Nos veremos el domingo en casa, mañana celebraré con mis amigos por la noche.—La vocecita alegre del pecoso era lo único que podía escucharse por toda el departamento, estaba solo —lo cual no le agradaba del todo, le daba bastante miedo.—Adiós.

Tododeku Week 2020 • BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora