Indiferencia

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Eres malvada y lo sabes. Nunca he visto a nadie con un corazón tan frío como el tuyo, ni tan indiferente, valga la redundancia. Hay que ver con la facilidad que pasas de las personas cual si fueran objetos desechables. Tu cabeza altanera y tus oídos sordos no paran de asombrarme ni de mantenerme alerta, con ansias de ver cual será el próximo movimiento que te inventes. Desde que obtuviste tu doctorado en ignoración y tu máster en silencios, no paras de demostrar tu habilidad profesional. A pesar de esto te llueven las ofertas de trabajo, todos corren tras de ti queriendo contratarte pero tú no demuestras interés alguno, los dejas tirados sin una respuesta.
Pues bien. Todas esas maniobras que llevaste a cabo, han dado sus frutos. Ya me alejaste. Ya no pienso perseguirte.

Cartas que no son para ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora