Cartas que no son para ti.

Felicidad

Entra. Te estaba esperando. Tardaste en llegar pero me alegro que estés aquí.
Supongo que tantas expediciones para ir en tu busca dieron resultado. Al fin entraste en mi vida y a lo grande. Viniste con todo tu séquito; la risa, la ilusión, la amistad y el amor.
Llegaste como un vendaval arrasando con todos los males. Arrancaste de raíz el arrepentimiento y la nostalgia. Pisoteaste al rechazo y a la inseguridad y desterraste al olvido a doña tristeza, tu peor enemiga.
Fuiste piadosa al dejar a la soledad intacta pero no permitas que esté a mi alrededor por mucho tiempo, solo lo necesario.

Y bueno nada, espero que tengas una linda y prolongada estancia.

Nos vemos mañana.