GiyuuTan Week [SMUTH]

Día 4 [16/07/20]

GiyuuTan Smuth Week 2020
Día 4
“Aquel que doblega a la bestia”
Temáticas escogidas:
Tauajes
Niño caprichoso

🌊🎴

Aquellos que estaban frente a él temían por su vida cada que sus ojos se encontraban con aquellos ojos azules tan malditamente fríos que podrían congelar la sangre misma de cualquiera. Su salvaje cabello desarreglado te advertía con una sóla mirada que deberías de quitarte de su camino si no querías salir lastimado, y aquellos tatuajes que cubrían su espalda y brazos eran la señal para huir de su presencia.

Después de todo, aquel que reinaba las calles bajas de la zona designada no era nadie más que él, líder de su facción y uno de los pilares de aquella peligrosa pandilla llamada Cazadores de Demonios.

Su nombre era Tomioka Giyuu, en sus manos había la suciedad de haber tomado infinidad de vidas para su beneficio, su carácter tan callado y serio le hacían ser respetado por todas las facciones que controlan sus compañeros, y era temido en lo más bajo de la ciudad como el peor enemigo que te puedes encontrar en un día de lluvia.

Y justo esa noche lluviosa había terminado un trabajo que demandó su presencia inmediata en el lugar del crimen, y mientras bajaba la pistola previamente utilizada, recibió un mensaje por parte de uno de sus subordinados; el patrón quería verlo en la junta de los pilares nada más terminará el trabajo.

Ordenó a sus subordinados silenciar a quien lo había visto y limpiar el desastre para que nadie se diera cuenta de su presencia y partió hasta aquella fastidiosa reunión con los pilares. Mientras se secaba la sangre salpicada de las mejillas, la gente se apartaba al ver a alguien tan desaliñado y seguramente maligno, fastidiando al de cabellos negros.

Cuando finalmente llegó al lugar de la reunión, pudo encontrar a sus compañeros pilares bebiendo refresco mientras jugaban manitas calientes entre sus compañeros hombres y sus compañeras hacían apuestas para ver quién ganaría.

—Eh, pendejos, el patrón está por venir, es necesario que se comporten hoy.— Regañó.

—Calla cagada, ya casi terminamos.—Shinobu le ignoró.

Chasqueó la lengua y se sentó. En el momento en que el patrón apareció todos se calmaron e hicieron una reverencia, tanto para disculparse por su actitud como para mostrar respeto. El informe de cada misión que habían cumplido, los fondos reunidos y las actividades y bajas que han tenido fueron presentadas ante aquel hombre tan fuerte que controlaba a aquellos nueve delincuentes.

La reunión fue bien, y cuando el patrón se fue, todos empezaron a dispersarse.

—Hey Tomioka.— Uzui le saludó. —Oí que superaste a la banda rival que quería tu territorio, que fue una “auténtica masacre” y que “reinó el horror”.

—Están exagerando, dejé vivir a algunos y los convertí en mis subordinados, prácticamente esa banda fue absorbida por mi división.— Desmintió con una cara inexpresiva.

—Hombre, ¡pero qué forma más extravagante de absorberlos!, los torturaste por un buen rato, luego mataste a algunos y a los que tenían miedo es diste la oportunidad de vivir sirviéndote, ¡que bestia!— Se rió el de cabellos plateados. —El día en que te vea domado será el fin del mundo.

Y con eso se fue.

Giyuu suspiró, sus compañeros realmente sabían cómo hacerle sentir mal recalcándole sus fechorías cada que podían, y aunque seguro era un halago, Giyuu se arrepentía de hacer algunas cosas aunque fuera por el hecho de querer seguir viviendo. Caminó hasta tomar el autobús e ir a casa, en donde esperaba poder tener algo de paz luego de un día tan estresante.