Noche de bodas - One Shot Citrus

Noche de bodas 1

Yuzu entró a la habitación que compartía con Mei, la vio sentada en su escritorio de espalda a ella y cerró la puerta, caminó hasta su cama, tenía una cara sonriente llena de felicidad por lo que había acontecido ese día.

—Hoy paso muy rápido, ¡estaba tan nerviosa y emocionada...! pero ahora estoy exhausta. — lo dijo y su cara se iluminó con el entusiasmo de siempre.

—ujum...— musitó Mei pensativa y fue todo el comentario que recibió por parte de ella.

Yuzu se sentó en la cama y observó a la que se había convertido en su esposa hace apenas unas horas, una oleada de sentimientos la invadió, todo se sentía tan irreal en ese momento.

Solo de pensar en todo lo que habían pasado para llegar ahí, la hizo sentir feliz, sonrió, todo aquello era prueba de todo lo que se amaban y mientras la observaba no pudo evitar pensar que se veía hermosa, como siempre la había visto.

—De todos modos, ¿qué haces Mei? — preguntó ladeando la cabeza.

—Quería escribir algo sobre hoy, pero parece que no encuentro las palabras correctas... — respondió pensativa y con el bolígrafo en la punta de los labios.

La rubia se recostó sobre su espalda, — Si, hoy fue increíble... — su rostro se tornó pensativo — Hey Mei, ahora somos una pareja casada, ¿verdad?

«Me pregunto qué querrá decir Yuzu con esas palabras...» pensó Mei —. ¿Umm?

«ella no aparta su vista del cuaderno...»  Yuzu continuo —. Siempre tuve esta extraña imagen del matrimonio, que al día siguiente tu mundo cambia y comienza un nuevo capítulo, pero en realidad nada va a cambiar...

— Así es... — dijo la pelinegra reflexionando un poco sobre las palabras que había escuchado.

Yuzu se sentó muy rápido en la cama, tanto que sobresalto un poco a la pelinegra.

—¡Mei! — exclamó Yuzu para extenderle sus brazos y mostrarle esa sonrisa llena de confianza que siempre tenía.

Mei volteo un momento para observar qué era lo que quería Yuzu, pero enseguida regreso su atención al escritorio ya que no parecía muy relevante.

—Estoy tratando de escribir algo en este momento. ¿Puedes dejar eso para después? — dijo en su característico tono frío.

—Somos recién casadas también... ¡Hoy se supone que es especial! — reprocho Yuzu, no pudo evitar hacer pucheros mientras dejaba caer su espalda sobre la cama

—Eso es verdad, pero, ¿realmente tenemos necesidad de apresurar las cosas? —dijo Mei —. No voy a ir a ninguna parte...

En ese momento Mei escucho algunos sollozos, eso la dejó sorprendida, dejó su cuaderno a un lado y se sentó en la orilla de la cama para ver lo que sucedía, se inclinó sobre Yuzu para observar qué tenía, pero no se dio cuenta de la sonrisa pícara que Yuzu tenía en la cara... para cuando reaccionó, Yuzu ya la había rodeado con sus brazos tomándola por el cuello.

—Cada vez que pienso que siempre estaré contigo... ¡me hace muy feliz! — dijo mirándola directamente a los ojos, sentía como su pulso se aceleraba.

—Supongo que eso se espera más ahora, estamos casadas después de todo — Mei se sonrojó y dejo escapar una ligera sonrisa de sus labios.

En ese momento Yuzu se quedó en blanco, podía oler la fragancia que tanto le gustaba muy cerca de ella, ese olor que tanto le gustaba y le hacía entrar en un trance casi instantáneo. Quería sentirla más cerca aún, en el momento en el que se dio cuenta ya le había dejado un beso en la oreja. La rubia sabía perfectamente que ese es el punto más sensible de Mei...