¿Verdadero o falso? (Segunda parte)

426 24 8
                                    

La operación había sido exitosa, bueno sería raro si no, no era nada.

Salí y estaba Fiona dormida sentada y con un café en su mano.

- Hey, Fiona, despierta. - Le sije moviéndole los hombros.

- No estoy dormida, solo deacansaba los ojos.

- Si, claro.

- ¡Amm! - Me dijo mientras apenas de despertaba.

- Si claro, no estabas dormida.

Reimos.

- ¿Salió todo bien? ¿Y cómo te pasó eso? - Me dijo mientras abría la puerta.

- Bueno, digamos que las puertas no son muy amigables conmigo.

- Vamos ¿Qué pasó?

- Lo arruiné todo, bueno "todo" creo que ni había empezado algo.

- Cuéntame todo.

- Cuando salí corriendo de la habitación iba a ver a Dane, ya sabes. Escuché que Anna estaba con el y hablaban de mi... bueno eso creía, hablaban de otra Amelia y le grité a Dane todo lo de la carta que el no había escrito y de que habían hablado de darme celos y que tampoco fué de mi, es raro de explicar.

- Vaya mierda.

- Si.

- ¿Y tu nariz?

- Ah, pequeño detalle, Dabe abrió la puerta y yo estaba ahí.

- Ouch.

- Es lo que dije.

Llegamos hasta la habitación y Fiona se despidió de mi y se fué a dormir, yo me quedé sentada fuera de mi habitación.

- Hola. - Me dijo Dane sentándose a mi lado.

- Hola.

- Asíque cartas eh.

- Solo dejémos ese espisodio atrás.

- Trato. - Dijo estrechando mi mano como negociar un acuerdo.

Nos quedamos callados por unos minutos hasta que el rompió el silencio.

- ¿Te gusto?

Lo miré desanimada, como si no me importara y esta vez no estaba fingiendo, es decir, ya me descubrió hasta espiándolo ¿Qué podía ser peor?

- No lo sé, tal vez si, tal vez no.

Me miró y me sonrió.

- Amelia, nos conocimos hace 4 días, contando este. Desde que te ví no dejé de pensar en ti y no lo dejo de hacer, pero...

- Siempre hay un pero. - Interrumpí.

- Si, bueno sigo, eres muy chica, tienes apenas 15 años y yo tengo 21.

- Anna tiene 15 sabes.

- Si, lo sé.

- ¿Es porque ella ella es más bonita y tiene mejor cuerpo que yo verdad?

- No, eres hermosa así. - Dijo y tomó mi mano.

- Es que no te quiero lastimar.

- ¿Por qué harías eso?

- Es como mi naturaleza.

- No eres un animal sabes. - Reí.

- Claro que si, soy un gatito demasiado tierno ¿No lo ves?

- Okay gatito ¿Puedes abrazarme?

Sonrió y me abrazó. Fué hermoso.

- Amelia ¿Recuerdas lo que dijo Sheila aquel día?

- Perfectamente.

- Bueno, es verdad.

En ese momento no sabía que hacer, me separé de el y me quedé mirándolo.

- Amelia, cada año vengo y me alojo en los mismos hoteles de las quinceañeras y cada año juego con alguna, pero...

- Es eso ¿Estás jugando conmigo no? Por eso te hacías el galán y que, que hago aquí abrazándote, seguro no soy a la única que has traído aquí, oh no, no esta vez Dane, conmigo no jugarás.

Me levanté y me fui mientras Dane intentaba parárme.

- Amelia, espera.

Me detuve y lo miré.

- Sabes... no volveré a caer una y otra vez en lo mismo, no otra vez.

Seguí caminando.

- Amelia solo escúchame.

En realidad me derretía por el pero me hacía la dura, no quería que jugara conmigo otra vez.

- Vamos, tienes un minuto.

- Está bien, Amelia todos los años hice esta locura y lastimé a muchas chicas pero contigo es diferente, desde que te ví no paro de pensar en ti, solo perdóname, por favor.

- ¿Qué hay de Anna?

- Bueno, es otra víctima. - Dijo agachándo su cabeza.

- Maldito.

- ¿Me perdonas? - Me dijo con los ojos llenos de lágrimas, era hermoso.

- Pero me vuelves a...

No pude terminar por el abrazo de Dane.

- Okay, tengo que ir a dormir.

- Amelia, tengo que confesarte algo.

- Oh no ¿Qué hiciste ahora?

- Nada, solo que el de la carta fui yo y con Anna si hablabamos de ti.

- Te odio.

- Yo... yo te quiero.

Sonreí.

Caminámos hasta mi habitación y lo invité a pasar.

- Oye, ¿Recuerdas que el otro día traje películas?

- Solo tráelas.

- Genial.

Dane salió de la habitación hasta la suya.

Me fui al baño a cambiarme para ya acostárme. Me puse un short y un top no tan corto, solo se me veía el ombligo.

Escuché la puerta y salí de inmediato.

- Ay Amelia, que pinta de puta que tienes, ah eso es, te vistes sexy para tirártelo a Dane, ¿No es así?

- ¿Qué haces aquí?

Si, era la puta del bus, la que me había tirado.

- Seguro lo diafrutaras, Dane es un hombre increíble.

Dane entró y la miró.

- ¿Que hace esta aquí? Esta loca Amelia no te le acérques. Intentó sacárme la ropa el otro día en el balcón, es por eso que estaba son camisa ese día.

Me quedé callada hasta que Dane sacó a esa perra.

- Bien, vamos a ver las películas.

- Si, pondré una que te encantará.

Esperamos hasta que empezó.

La pantalla se puso negra y escrito con unas letras blancas decía "Poder sin límites"

Solo reí.

- ¿Qué pasa?

- Nada, nada.

Vi casi toda la película hasta que me dormí, no estoy segura si Dane seguía ahí.

Hola, pocos entenderan porque Amelia se rió en esa parte jajaj, bueno subiré.capítulos cada dos días, espero que les guste este cap.

15 díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora